Polémica por el manto de una virgen con la imagen de Milei

Legisladores reaccionaron de manera crítica por la figura bordada del encuentro entre el presidente y el papa.

Una gran polémica se armó en torno a la decisión de una imagen de la Virgen del Valle con un manto con la figura bordada del presidente Javier Milei y el papa Francisco.

La réplica de la virgen fue realizada para obsequiar al presidente de la Nación y el obispo diocesano monseñor Luis Urbanc bendijo esa imagen que posteriormente fue entregada al secretario de Culto de la Nación, el esdiputado nacional Francisco Sánchez.

La medida despertó reacciones críticas de parte de la oposición. La senadora nacional Lucía Corpacci (UP) posteó en sus redes: “Entre indignación y profunda tristeza…Sr. obispo no mezcle política con la Virgen de todos los Catamarqueños”.

Por su parte, la diputada de Hacemos Coalición Federal Monica Frade expresó también en la red social X: “Hoy el Obispo de Catamarca le entregó al representante de @JMilei una réplica de la Virgen del Valle. La imagen tiene bordada la cara de Milei abrazado al Papa. Mas K no puede ser todo”.

Y cerró: “La falta de respeto a los feligreses en general es abrumadora. Se perdió todo”.

A la hora de detallar las características del manto, cuentan quienes lo prepararon que en el vestido se bordó el encuentro del presidente Javier Milei con el papa Francisco, “para recordarle que nuestro Santo Pastor está orando por él, un hermano y compatriota, para llevar nuestra Nación a la dignidad que merece”.

Los escudos de cada una de las provincias colocados en el manto y la corona fueron hechas por el  orfebre Carlos David Correa, representa a todas las provincias de la Nación. Los cristales, piedras, hilos dorados, telas, galón y demás materiales fueron donados por fieles y devotos de la Virgen del Valle. La peana o pedestal de la Imagen réplica fue hecha por el carpintero Luis Antonio Castro.

El diseño e idea fue de tres sacerdotes: Juan Sebastián Vallejo Agostini, de Buenos Aires; Oscar Bourlot, de Gualeguaychú; y Mario Gustavo Molas, de Catamarca.

El mensaje de la Iglesia Católica tras la sanción de la ley de aborto

La Conferencia Episcopal Argentina aseguró que la norma “ahondará aún más las divisiones en nuestro país”. También hizo referencia a “la apremiante pandemia del hambre” y “la dramática situación de los jubilados”.

obispo oscar ojea

Tras la sanción de la legalización del aborto, la Conferencia Episcopal emitió un comunicado en el que aseguró que la norma “ahondará aún más las divisiones en nuestro país”, y expresó que “nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas”.

“La Iglesia en la Argentina quiere ratificar junto a hermanos y hermanas de distintos credos y también a muchos no creyentes, que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida”, comienza el mensaje.

La comisión permanente de la CEA, encabezada por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, consideró que “esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país. Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”.

“Tenemos la certeza de que nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas. Y junto a él seguiremos trabajando por las auténticas prioridades que requieren urgente atención en nuestro país”, dijeron los obispos.

Y mencionaron entonces a “los niños y niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más alarmante, el abandono de la escolaridad por parte de muchos de ellos, la apremiante pandemia del hambre y la desocupación que afecta a numerosas familias, así como la dramática situación de los jubilados, que se ven vulnerados en sus derechos una vez más”, en referencia implícita a la sanción de la nueva fórmula de movilidad.

“Abrazamos a cada argentina y a cada argentino; también a los diputados y senadores que valientemente se han manifestado a favor del cuidado de toda la vida. Defenderla siempre, sin claudicaciones, nos hará capaces de construir una Nación justa y solidaria, donde nadie sea descartado y en la que se pueda vivir una verdadera cultura del encuentro”, finaliza el comunicado.

Fuerte mensaje de la Iglesia Católica contra “la febril obsesión por instaurar el aborto en la Argentina”

En un mensaje en vísperas de la Navidad, la Conferencia Episcopal Argentina cuestionó que “hay miles de cuestiones sanitarias y sociales a resolver”, mientras que “esta agenda legislativa no trae esperanza”.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) criticó este lunes la “febril obsesión por instaurar el aborto en la Argentina”, mientras hay “miles de cuestiones sanitarias y sociales a resolver”, en un mensaje en vísperas de la Navidad y a días que se trate en el Senado el proyecto impulsado por el Gobierno.

La comisión permanente de la CEA, encabezada por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, señaló que “en estas últimas semanas” la “opción política pasó a ser una incomprensible urgencia, una febril obsesión por instaurar el aborto en Argentina, como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos“.

“Otra cosa sería defender los derechos humanos de los débiles de tal manera que no se los neguemos aunque no hayan nacido”, se enfatizó en el comunicado que se difundió en su cuenta de Twitter.

En el texto, los obispos expresaron que esta Navidad “nos encuentra en un momento histórico donde necesitamos una ardua reconstrucción: de las fuentes de trabajo, de la educación, de las instituciones, de los lazos fraternos”.

En ese marco, consideraron que “muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas”, y agregan: “Es momento de agradecer al pueblo argentino su paciencia, su cooperación, su resistencia”.

En referencia al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, que se debatirá el próximo 29 de diciembre en la Cámara alta, la CEA advirtió que “para quienes esperan empezar un año mejor, esta agenda legislativa no les trae esperanzas”.

“Hay miles de cuestiones sanitarias y sociales a resolver, que requieren toda nuestra atención: desde los problemas de la vacunación hasta la cantidad de personas muy enfermas que este año no han recibido adecuada atención médica, pasando por las mujeres que sufren violencia o no tienen un trabajo digno. Pero lo que se les ofrece en este momento duro e incierto es el aborto, y eso es un golpe a la esperanza“, aseveraron los obispos.

Y añadieron: “No obstante, confiamos en el bien que habita en el pueblo, en esa tierra fértil que son los corazones de los argentinos, capaces de elegir la vida y la fraternidad más allá de todo”.

En otro tramo del mensaje navideño, manifestaron que la fiesta de la Navidad “nos hace pensar en la dignidad de cada vida, nos recuerda cuánto vale un ser humano”, y recordaron que el papa Francisco en su última encíclica insiste en que “la pandemia no nos deje iguales sino que nos vuelva más apasionados para defender toda vida: la vida de un anciano, de un discapacitado, de un enfermo, de un niño por nacer”.

“Así, este tiempo se convierte en un fuerte llamado a la solidaridad, al cuidado mutuo, a ser capaces de ponernos al hombro las penas de los demás”, dijeron y concluyeron: “Que la pandemia no nos impida imaginar y soñar un país más humano y fraterno”.

Con motivo del inminente debate de la legalización del aborto, el próximo sábado 26, la comisión ejecutiva de la CEA celebrará una misa en el santuario de la Virgen de Luján, que será transmitida a través de las redes sociales.

En tanto, para el domingo 27 -fiesta litúrgica de la Sagrada Familia- invitaron a que las catedrales y parroquias de todo el país celebren las misas con una “especial intención por la vida naciente”.

Para el lunes 28, fiesta de los mártires Santos Inocentes, los obispos “convocan al pueblo de Dios a una jornada de ayuno, oración y celebración de la misa”, según se informó en un comunicado.

Solano volvió a pedir la separación de la Iglesia y el Estado

El legislador del PO impulsó un proyecto de ley a través del cual solicitó que se dejen sin efecto las exenciones impositivas a entidades religiosas.

Tal y como lo viene haciendo desde hace varios años, el diputado del Partido Obrero (PO) Gabriel Solano volvió a presentar en la Legislatura de la Ciudad un proyecto de ley a través del cual exigió la separación del Estado y la Iglesia, por lo cual pidió eliminar los beneficios económicos que perciben estas instituciones.

En ese sentido, el proyecto plantea dejar sin efecto las exenciones impositivas comprendidas en el Código Fiscal otorgadas a entidades religiosas estén registradas o no y cualquiera sea su conformación jurídica (lugares de culto, congregaciones, viviendas particulares o colectivas, fundaciones y ONG’s incluídas las que se presentan como “de bien público”, empresas y entidades educativas).

La iniciativa también estable que, en caso de que sea sancionada, la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) tendrá un plazo de 30 días para hacer público el listado de propiedades pertenecientes a entidades religiosas en el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires detallando los beneficios impositivos establecidos con anterioridad.

A su vez busca derogar todas las cesiones de inmuebles a título de uso precario y gratuito a favor de entidades religiosas, así como también solicita que la AGIP publique el listado de propiedades de dominio del Estado para proceder a su tasación y estipulación de un alquiler, entre otras cuestiones.

En los fundamentos de la medida Solano indicó que “de este modo se pretende avanzar en la separación de la Iglesia del Estado, en este caso el de la Ciudad, golpeando su capacidad de injerencia, denunciando su función social, cultural, educativa, su accionar político y terminando con el sostén del Estado a la misma” y remarcó que “este objetivo democrático básico se ha vuelto un problema de primer orden a la luz de la lucha del movimiento de mujeres por el aborto legal, seguro y gratuito”.

Asimismo recordó que “luego de la media sanción en diputados, la Iglesia Católica (también la Evangélica y otros credos) desplegó todos sus recursos económicos, organizativos y políticos para desarrollar una campaña oscurantista, anti científica, basada en engaños y prejuicios inaceptables contra un derecho elemental de la mujer como el aborto legal”.

Sobre esa misma línea, el trotskista advirtió que “en  la Ciudad de Buenos Aires la Iglesia Católica y el resto de las religiones tienen enormes beneficios que representan un sostén del Estado a una usina reaccionaria, oscurantista, antiderechos que brinda como contrapartida una contención social frente al saqueo de las condiciones de vida de las masas y un adormecimiento y resignación frente a la necesidad del pueblo de desarrollar toda su capacidad de lucha para derrotar el ajuste”.

“La eliminación de este sostenimiento tiene un sentido claramente democrático que la burguesía y sus partidos no están dispuestos a llevar adelante porque entrañaría liberar al pueblo de una opresión ‘espiritual’ totalmente funcional a los intereses de la explotación del hombre por el hombre”, aseveró y concluyó manifestando que “los derechos democráticos elementales como la libertad de la mujer para decidir qué hacer con su cuerpo y su vida, la del hombre para asociarse a la mujer en una lucha común, la del conjunto para vivir en libertad la sexualidad son incompatibles con el dominio religioso impuesto a creyentes y no creyentes por la acción de fuerza del Estado”.

“La Iglesia ha consolidado la ideología del ‘pobrismo’”

Para Miguel Pichetto, se trata de “una ideología nefasta para el país”. Dice que la Iglesia “jugó muy fuerte” con el Frente de Todos en la campaña y entonces “que se banquen el debate” del aborto ahora.

Por José Di Mauro y Oscar Benini

– Vuelve el tema del aborto, que ahora manda el Gobierno de Alberto Fernández, luego de que el de Macri promoviera el debate hace dos años y fracasara su aprobación.

– Ese Gobierno no mandó el proyecto, lo que hizo el presidente Macri fue dejar girar el debate, y creo que ese es un tema de salud pública. Yo creo en las creencias, en la religión… pero en realidad la Iglesia argentina se mete mucho en los temas del Estado. También se mete en la economía… Y ha consolidado la ideología del “pobrismo”, que es una ideología nefasta para el país, en donde ser pobre es bueno y en donde cuanto más pobres haya mejor, porque van a ir todos al cielo… Es una cosa increíble. Cuando hay que alentar la producción, el trabajo, el empleo, y hay que salir de los planes, que condenan al país al fracaso… Bueno, esta Iglesia de los curitas villeros, también se lo tiene, yo diría, se lo tiene merecido este debate, porque ellos jugaron muy fuerte con el Frente de Todos. Los principales obispos de la Argentina hicieron campaña para Fernández-Fernández; los curas villeros, todos jugaron el jueguito este del Frente de Todos. Entonces que se banquen el debate. Ustedes saben lo que yo pienso de ese tema; ahora también sabe en que yo nunca presenté un proyecto sobre el aborto. Ahora, si lo ponen arriba de la mesa, yo tengo una visión y la sostuve en su momento cuando se tuvo que votar. Lo que creo también es que este tema, en la situación que está la Argentina, va a generar apasionamiento, y seguramente también mucha división.

– ¿Por qué el Gobierno prioriza este tema?

– Es un elemento que va a apasionar a la sociedad nuevamente y la va a meter en un tema que va a ser de debate ciudadano; puede ayudar a ocultar otros problemas, pero los problemas van a seguir estando ahí. El problema de la Argentina es cómo crecemos; el problema de la Argentina es que se requiere un gran acuerdo nacional para que los sectores políticos, empresarios, trabajadores, hagamos reformas estructurales; para que alentemos el trabajo pyme; para que la Ley de Contrato de Trabajo tenga reformas para alentar el empleo, hay un montón de temas: la seguridad, la lucha contra el narcotráfico, la política migratoria… Argentina no puede seguir siendo el  país que reciba a millones de personas pobres, de pobreza extrema, y que se vayan a poner todos en el conurbano.

– Usted siempre dice que Argentina hizo el ajuste social de Bolivia y el ajuste delictivo de Perú…

– Yo digo que fuimos el ajuste social de muchos países latinoamericanos. Lógicamente, como Argentina todavía sigue siendo un país importante en el contexto latinoamericano, porque tiene salud pública, educación, planes, AUH, porque ayuda a la niñez, hay muchos latinoamericanos que han venido a la Argentina y están viviendo en el conurbano: peruanos, bolivianos, paraguayos… Nos hemos hecho cargo de una estructura de pobreza estructural de esos países y las hemos consolidado en el espacio urbano más altamente poblado, como es el conurbano bonaerense. Y nosotros tenemos que responder por todo eso. No estoy diciendo que no se pueda abrir el país a la inmigración; lo que estoy diciendo es que debería haber habido una política distinta de regulación migratoria. Cuando hagamos el censo, nos vamos a dar cuenta de que esa cantidad de gente supera los 8 millones. Argentina se tiene que hacer cargo de esto, pero a eso le sumás la gente que viene al país a delinquir, con normas flexibles y sin expulsión, porque ahora nulificaron el decreto de expulsión.