En las últimas horas se realizaban febriles negociaciones entre los legisladores aliancistas y el Ministerio de Justicia, para redactar una nueva propuesta que facilite alcanzar luego un consenso con los legisladores de otros bloques.

Esa será otra instancia de la negociación, pues más tarde habrá que acordar fundamentalmente con el PJ el texto del proyecto que llegará al recinto, a fin de que después la norma no naufrague en el Senado.

El titular de la bancada oficialista, Darío Alessandro, contó en la víspera que “se está trabajando en la elaboración de un proyecto que contendrá la adecuación de la legislación argentina a los requerimientos de los organismos internacionales, a fin de permitir la segunda instancia y a partir de esto posibilitar un nuevo proceso judicial”. De todas formas aclaró que será la Justicia la que disponga si los presos quedan en libertad luego o siguen presos. Lo que sí estaría acordado es que no se incluya en la nueva norma la posibilidad de presentar un recurso de casación, cosa que pretendía el proyecto del frepasista Ramón Torres Molina, debido a que el mismo abre las puertas a la excarcelación de los condenados y ese fue el motivo que despertó el rechazo de la oposición y no pocas diferencias en la Alianza.

La controversia planteada obligó a postergar el debate del 13 de julio y establecer un impasse para intentar alcanzar un acuerdo que contenga las posiciones de todos los sectores, facilitando también la sanción en el Senado.

Una de las militantes del MTP presas, Marta Fernández, confesó por su parte la ansiedad de los detenidos, descontando que el proyecto “se va a tratar; no tenemos porqué descreer del compromiso”. La alusión tiene que ver con una visita que días pasados formularon al penal donde están detenidos los atacantes del cuartel los diputados Juan Pablo Cafiero, Horacio Pernasetti y Marcela Bordenave, en cuyo transcurso anunciaron la disposición a tratar el proyecto ni bien pasaran las vacaciones de invierno.

Fernández aclaró que el proyecto que saldría de Diputados deberá ser compatibilizado luego con otro que en el Senado es impulsado por el peronista Alberto Rodríguez Saá.