Pascual, quien se encuentra a cargo del Poder Ejecutivo, desestimó que las declaraciones del ex presidente hubieran sensibilizado a "los mercados", al tiempo que sostuvo que los mismos "siempre estuvieron sensibles".

"Hay sectores interesados en que a la Argentina no le vaya bien, y esos sectores han existido siempre", advirtió Pascual, quien calificó todo el hecho como "una comedia de enredos producto de la libertad de prensa y de expresión que hay en el país".

"Lo de Alfonsín no fueron declaraciones sino expresiones de deseos que podemos compartir todos los argentinos", afirmó el legislador, quien prefirió no responder las declaraciones del presidente del partido vertidas ayer en conferencia de prensa.

Por su parte, el senador nacional Leopoldo Moreau afirmó que se produjo "una exageradísima repercusión" de las opiniones de Raúl Alfonsín sobre la deuda externa y aseguró que existe una "deliberada intención de crear sensación de inestabilidad".

"Me da la impresión que todo esto tiene una exageradísima repercusión, que se la atribuyo a una deliberada intención de crear sensación de inestabilidad porque el tema de la deuda está siendo debatido en el Vaticano por 10 mil dirigentes gubernamentales del mundo, y a nadie se le ponen los pelos de punta", subrayó Moreau.

El senador agregó que "los mercados internacionales no se derrumban" y señaló que "nadie le hace un llamamiento el Papa Juan Pablo II para que no hable del tema". Agregó entonces que no tiene en claro "si quieren satanizar a Alfonsín o crear una situación inmanejable para el Gobierno o para la Alianza, tratando de hacer desembocar a la Argentina en algún caso en la dolarización o en algún otro caso en una devaluación".

Por último, el hijo legislador del ex presidente, Ricardo Alfonsín, sostuvo que sólo "una ignorancia de dimensiones clínicas" podría llevar a suponer que las declaraciones de su padre tuvieron repercusiones en los mercados y lamentó que el ministro de Economía, José Luis Machinea, no le hubiera pedido explicaciones en forma directa.

"Lo bueno hubiera sido que Machinea lo llamara a Raúl Alfonsín para ver qué era lo que efectivamente dijo, entonces todo se hubiese aclarado", indicó.

Negó además que las declaraciones de su padre pudieran haber tenido "la gravitación que dicen que tuvo sobre los mercados".