En el último día hábil del año que mañana termina, el presidente Fernando de la Rúa apuró sus decisiones con la firma de seis decretos, dos de ellos de necesidad y urgencia. Así, incrementó su marca respecto de las resoluciones excepcionales suscriptas por Carlos Menem.
Con las firmas de los decretos de infraestructura y de reforma previsional, De la Rúa sumó 40 decretos de necesidad y urgencia firmados de puño y letra, que no serán publicados en el Boletín Oficial (condición para que cobre vigencia) hasta el año próximo.
En el mismo período de gobierno, Carlos Menem había estampado su firma en 64 resoluciones de ese tipo.
Los decretos de necesidad y urgencia son atribuciones exclusivas del Poder Ejecutivo Nacional. Ayer, fueron utilizadas con el objetivo de promulgar las leyes federal de infrestructura, que había fracasado en el debate parlamentario, y la de reforma previsional, con iguales antecedentes.
En el caso del decreto que conmuta las penas de once de los presos condenados por el copamiento del regimiento de La Tablada, en enero de 1989, no se recurrió ni a la necesidad ni a la urgencia y llevó la fecha de anteayer, como lo hizo la resolución que reglamenta el cupo femenino, sobre todo en el Senado Nacional. Se trataron, ambas, de decretos reglamentarios, si bien el de La Tablada fue firmado por todos los ministros, como el resto de los decretos difundidos el viernes.
