Los diputados y senadores nacionales intentarán compensar con diversos mecanismos la licuación de pasivos con la que fueron beneficiadas las grandes empresas, tras la decisión adaptada por el ministerio de Economía de pesificar todas las deudas uno a uno y no sólo las menores a 100.000 pesos, como se anunció en un principio.
La mayoría de los parlamentarios está a favor de aplicar un impuesto especial, con diferentes alícuotas, en tanto que un pequeño sector apunta a disminuir el beneficio de la pesificación limitándola a firmas que no sean las que más deben. Entre los diputados, la decisión de avanzar con el impuesto parece destinada a que el mismo tenga dictamen favorable en los próximos días en la comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Jorge Matzkin (PJ- La Pampa).
La comisión tiene ante sí una variedad de iniciativas en el mismo sentido, pero ninguna logra, en el mejor de los casos, recuperar más que una veinteava parte del costo fiscal de la licuación de pasivos, que alcanzaría los 18.000 millones de pesos.
En tanto, a través del impuesto, se pueden llegar a recaudar unos 900 millones de pesos. Por esa razón el tema de la licuación aparece mucho más cuestionado en la Cámara Alta, donde sólo el senador Miguel Pichetto (PJ-Río Negro), asegura que apoyará la alternativa que cuente con el visto bueno del Poder Ejecutivo Nacional (PEN).
En las antípodas se encuentra la senadora Sonia Escudero (PJ-Salta), que reclama que se vuelva a la pesificación sólo para deudores de hasta 100.000 dólares, tal como se estableció originalmente en la ley por la cual se depreció el valor del peso.
Posiciones similares tienen otros senadores, salvo que en algunos casos plantean aceptar cifras mayores, pero muy lejanas a la pesificación sin límites.
