De esta manera, el radicalismo busca una salida política para evitar que se caiga la acusación y salir de la incómoda situación de recurrir a la estrategia política de no dar quórum que implementa desde hace dos meses para impedir habilitar el debate del dictamen contra el tribunal. Esta jugada del radicalismo es de alto riesgo para su estrategia que busca desde hace años el enjuiciamiento de los jueces, porque deberá dar quórum para comenzar la discusión y si la votación es negativa dejará abierta la puerta para que el justicialismo pueda rechazar el juicio a la Corte.

Sin embargo, la UCR, para imponer su criterio, deberá construir una mayoría en el recinto de sesiones con los impulsores del juicio contra los ministros del tribunal para ganar esta votación, que contará con el rechazo de la mayoría del justicialismo, del cavallismo y de los provinciales.

El argumento esgrimido por el justicialismo para rechazar la vuelta a comisión es que continúa latente y sin resolución el juicio político, es decir la espada de damócles que hoy pesa sobre los ministros del máximo tribunal de la Nación.

Por su parte, el gobernador de Mendoza, Roberto Iglesias, sostuvo que es "un despropósito" la indefinición respecto del juicio político a la Corte Suprema de Justicia, y dijo que si este tema no se resuelve rápidamente "se van a agravar tremendamente" los problemas del país.

Iglesias afirmó que este es "un tema que desde un principio se tomó de forma muy alegre, pensando que un país podía hacer las cosas mejor enjuiciando a la totalidad de la Corte, y teniéndola durante meses en veremos". Admitió que "tanto el radicalismo como el justicialismo tienen problemas" para fijar una postura, y señaló que si hubiera un criterio unificado, ya se hubiese conseguido quorum en la Cámara de Diputados.

A su vez, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, volvió a reclamar que la Cámara de Diputados trate cuanto antes el tema del juicio político a la Corte Suprema.

En su habitual conferencia en la Casa de Gobierno, Atanasof dijo que lo que fundamentalmente el Gobierno no quiere "es que un Poder tan importante como la Corte, se la mantenga en vilo en una condición casi como sentado en el banquillo de los acusados".

"Queremos que rápidamente el tema de la Corte sea tratado en el Parlamento", insistió.

Con referencia a las expresiones del ministro de la Corte Suprema, Augusto Beluscio, quien señaló que el proceso de juicio político al máximo Tribunal es una "payasada", respondió que "son expresiones del señor Belluscio".

Indicó que el Gobierno pretende que cuanto antes la Cámara de Diputados sesione y vote cada uno de los legisladores en la dirección que crea más oportuna.