Dos banqueros que declararon en la causa por supuestos pedidos de sobornos en el Congreso Nacional admitieron que se reunieron con legisladores en las oficinas del lobbista Carlos Bercún, el 2 de mayo último, aunque volvieron a negar haber escuchado hablar de "coimas".
Por otra parte, el juez federal Claudio Bonadío agregó a la causa un anónimo recibido en el Tribunal similar a otro llegado anteriormente a la fiscalía del caso, donde se menciona que el lobbista Carlos Bercún es "socio" de los senadores Carlos Verna y Carlos Branda, dijeron fuentes judiciales.
Bercún fue mencionado como el supuesto intermediario entre los senadores y los banqueros en el presunto pedido de "coima" para frenar la sanción de una ley que crea un fondo de desempleo para el sector.
Manuel Sacerdote, del Bankboston y Carlos Giovanelli, del Citibank, ampliaron sus declaraciones testimoniales ante el juez y el fiscal Guillermo Marijuan y, según fuentes de la causa, incurrieron en contradicciones.
"En su primera declaración negaron conocer a legisladores y también aseguraron que no sabían nada del contenido de proyectos de ley del sector", explicaron las fuentes.
Ambos admitieron haberse reunido con "legisladores" -a los que no identificaron- en las oficinas de la consultora "CB" en Hipólito Yrigoyen 1530 el 2 de mayo último, reunión a la que asistió el titular de esa firma, el lobbista Carlos Bercún.
En una agenda secuestrada en la causa se menciona también a diputados como asistentes a esta reunión, algo que ampliaría "el espectro" de la causa, evaluaron los investigadores. Sin embargo, el supuesto pedido de "coima" para frenar una de las leyes polémicas no habría sido formulado el 2 de mayo sino tiempo después, poco antes de un encuentro de 4 banqueros en la residencia del embajador inglés en Buenos Aires, el 16 de agosto.
Sacerdote reconoció haber "pedido ayuda" a los diplomáticos en una reunión en la Embajada inglesa el 16 de agosto último, ante su "preocupación" por la sanción de determinadas leyes, pero negó que se hubiese mencionado "coima" alguna.
El banquero negó conocer al periodista inglés que reveló esta reunión y aludió a pedido de sobornos, Thomas Catán y sostuvo que nadie "chequeó" con él esa información.
Sacerdote habría cuestionado el contenido de la nota de Catán y sobre el lobbista Bercún aseguró haberlo visto "solamente dos veces".
En el caso particular del banquero Giovanelli aceptó que tenía contratados los servicios del lobbista Bercún, quien brindaba "pormenorizados" informes del estado de tratamiento de proyectos de ley en el Congreso Nacional.
El banquero no pudo explicar por qué pagaba al lobbista por un servicio similar que ya recibía por ABBA, la asociación de bancos a la que pertenece y que también tiene contratado a Bercún para una tarea similar.
"Tampoco se explica cómo en sus primeras declaraciones los banqueros aseguraron que llegaron a reunirse con Embajadores de Inglaterra y Estados Unidos sin estar informados del contenido detallado de estos proyectos de ley", se explicó.
Respecto al anónimo incorporado por Bonadío a la causa, alude a dos senadores, Carlos Verna y Carlos Branda y a una supuesta sociedad con Bercún, quien todavía no fue llamado a declarar en la pesquisa.
El nombre de Verna surgió por primera vez tras la declaración que prestó en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Alta el ministro de Economía Alberto Lavagna.
El 15 de octubre último el titular del Palacio de Hacienda señaló que, en julio último, participó de una comida con Bercún y que la invitación a esa cena "le fue cursada" por Verna, parlamentario que preside la Comisión de Presupuesto y Hacienda.