"Detrás de Kirchner hay un voto prestado de un aparato con el cual no tenemos nada que ver", aclaró Carrió en referencia al respaldo del presidente Eduardo Duhalde, aunque agregó que considera que en el ballotage "la gente debe votar positivamente, y en contra de la cultura de Menem". Carrió planteó el rechazo tajante a cualquier posibilidad de acercamiento con Menem y a la vez los reparos que tiene sobre el respaldo que le brindó a Kirchner la estructura bonaerense que controla el presidente Duhalde.

La diputada chaqueña rechazó no obstante la posibilidad de formalizar un acuerdo con Kirchner, con quien la unieron en su momento varias coincidencias para impulsar la caducidad de mandatos.

"Nacimos para ser una fuerza mayoritaria y no para hacer acuerdos de gobernabilidad o buscar cargos", sostuvo Carrió, y aseguró que el ARI es "una fuerza opositora" y que ella se ocupará ahora "personalmente de la construcción de una fuerza mucho más firme a lo largo y ancho del país".

Los ex socios del ARI, el socialismo, también parecen estar a favor del santacruceño. El diputado Alfredo Bravo anticipó su favoritismo hacia él, en detrimento de Menem, mientras que sus colegas Oscar González y Jorge Rivas consideraron a título personal que lo "razonable" sería votar a Kirchner en la segunda vuelta electoral, aunque el Partido Socialista daría libertad de acción a sus afiliados.

González declaró a la prensa que "por un mínimo sentido de responsabilidad, la centroizquierda debe reagruparse sin perder un minuto", destacó que el "significativo apoyo que recibió ayer la diputada Elisa Carrió expresa el voto útil de la ciudadanía progresista" y señaló que "ante el dilema cívico que plantea el ballotage, sería lógico que el socialismo favoreciera la candidatura de Néstor Kirchner". Aunque el Partido Socialista no se pronunció aún formalmente, el legislador y secretario general adjunto de esa agrupación precisó que "a título personal, porque en mi partido no hay dogmas revelados y cada cual piensa con su propia cabeza, creo que Kirchner no es lo mismo que Carlos Menem, del mismo modo que Aníbal Ibarra en la ciudad de Buenos Aires es distinto que Mauricio Macri".

Por su parte, Rivas dijo que "entre Kirchner y Menem hay que elegir al primero, no hay dudas", aunque aclaró que "el partido aún no ha decidido que posición tomará".

"Creo que entre la opción Kirchner-Menem, no hay dudas que hay que elegir al primero, pero esto lo digo a título personal y creo que el partido dará libertad de acción a sus afiliados", finalizó.

Por su parte, el diputado Leopoldo Moreau señaló que podría haber con Néstor Kirchner "acuerdos que pueden ser anteriores o posteriores a la elección" del 18 de mayo, ya sea para apoyarlo en el ballotage, en el primer caso, o para asegurar la "gobernabilidad" a través de un apoyo parlamentario en caso de que el gobernador santacruceño llegue a la Presidencia, en el segundo.

En ese sentido, Moreau, quien remarcó que a su entender la UCR "no desaparecerá", indicó que se tratará de lograr "acuerdos programáticos, pero no con la pretensión, desde el lugar en que la sociedad hoy nos puso, de imponerle al futuro presidente un programa de gobierno, porque sería un acto de soberbia y una ridiculez".

El dirigente radical recordó que su partido seguirá teniendo una importante representación parlamentaria, con la que podrá contribuir a la gobernabilidad de la futura administración.