El Senado convirtió en ley una nueva norma migratoria que incorpora la igualdad de trato para los extranjeros y enuncia una serie de derechos laborales, de seguridad social y de educación.
La nueva ley remplaza a la Ley 22.439 sancionada, en 1981, durante la última dictadura militar, también conocida como "Ley Videla".
La iniciativa, diseñada por el senador socialista Rubén Gustiniani fue aprobada por unanimidad y busca equiparar los derechos de los trabajadores extranjeros a las convenciones estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre los artículos más importantes del proyecto se encuentra la incorporación de la igualdad de trato y le otorga al trabajador inmigrante derechos a la atención médica, a la educación y a que sean informados sobre sus derechos y obligaciones. Además, la norma busca que los extranjeros puedan ser consultados en las decisiones relativas a la vida y a la administración de las comunidades donde residan.
La propuesta establece que los niños de los actuales residentes "ilegales" deberán ser admitidos en los colegios, ya que uno de los principios de la norma es la "integración". Entre otras cuestiones, estipula la igualdad de trato en cumplimiento de la Constitución Nacional y enuncia una serie de derechos que asisten a los inmigrantes.
Entre éstos figuran los derechos laborales, a la seguridad social, a la atención médica, a la educación y a ser informados sobre sus derechos y obligaciones, independientemente de cuál sea la situación migratoria del extranjero.
También introduce la penalización del tráfico ilegal de personas, "con agravamiento de penas cuando éste se hubiere efectuado con el objeto de cometer actos de terrorismo, actividades de narcotráfico, lavado de dinero o prostitución".
Otro objetivo es que en todos los actos y procedimientos de la autoridad migratoria "se respete el debido proceso y el derecho de defensa, estableciendo un régimen de recursos ágiles tanto en la vía administrativa como en la judicial".