Al respecto, la legisladora macrista Paula Bertol criticó al gobierno porteño encabezado por Aníbal Ibarra, por no definir en qué zona de la capital se podrá ofrecer sexo en la calle. "La reglamentación está en manos del Ejecutivo, que no tuvo tiempo como para ocuparse de este tema desde que se sancionó el Código hasta ahora", se quejó Bertol.

La diputada de Compromiso para el Cambio recordó que el nuevo Código impide el ejercicio de la prostitución en las calles a una distancia "menor de 200 metros de escuelas, casas y templos".

Pero consideró que "el Poder Ejecutivo tuvo el tiempo como para ver una zona" específica en la que se permita la oferta de sexo callejero. Al respecto, consideró que una zona posible serían sectores linderos al aeroparque metropolitano.

"El Ejecutivo se lava las manos, es un tema muy delicado", enfatizó Bertol, en declaraciones a Radio del Plata, al evaluar la entrada en vigencia del Código de Convivencia.

A su vez, desde el oficialismo, la legisladora Alicia Caruso, advirtió que "las cosas son un proceso" y que "uno no puede imponer a través de una norma cuestiones con las cuales los travestis y las prostitutas no estaban de acuerdo".

"No es que no hay prevención, no hay un Estado omnipresente, hay un Estado que promueve, no es un Estado paternalista que se ocupa absolutamente de todo y que está en todas las acciones cuidando a cada ciudadano en su propia casa", indicó.

Para Caruso, determinar una zona en la que esté permitida la oferta de sexo "no es una obligación del gobierno" y en cada caso "la fiscalía se ocupará de decir" si se está violando o no la norma.

El jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, sostuvo en el mismo sentido que "quedará en manos de los jueces y fiscales contravencionales el cumplimiento de la norma".

"Al no haber fijado el Código una zona explícita y objetiva se van a generar espacios, porque la estructuración de las normas votadas en la Legislatura involucran generar espacios donde esta actividad se tolere", señaló.

Por otra parte, el Código que comenzó a regir prohíbe vender alcohol de 23 a 8 y establece castigos a quienes entren con pirotecnia a espectáculos masivos y a quienes no avisen con anticipación la realización de una marcha.

Por otra parte, cuidar coches sin autorización legal se penará con uno a veinte días de trabajo de utilidad pública si se exige dinero a cambio del servicio. En cuanto a la venta callejera, el Código sanciona a quienes tengan puestos fijos que ofrezcan mercaderías, pero no penará a quienes lo realicen de manera ambulatoria o como "mera subsistencia".

También se pena a quien suministre material farmacéutico a quienes no hayan cumplido los 18 años.

Las picadas de autos son otro punto incluido en la norma: para esa figura el castigo será el arresto de cinco a 30 días.

La sanción se eleva al doble cuando esta conducta se realice mediante el empleo de un vehículo modificado o preparado especialmente para este tipo de competencias.