El Senado tratará en la segunda semana de abril la adhesión al Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), en procura de lograr un nuevo marco de debate ante las reacciones generadas en torno a la polémica por la eventual despenalización del aborto.
La decisión fue tomada en la reunión de Labor Parlamentaria de la Cámara alta en base a que "el tema es muy delicado y el objetivo es brindar un debate pronunciado", señalaron las fuentes, que explicaron la postergación del debate para la ratificación del protocolo.
La cuestión mereció una dura advertencia por parte de los obispos reunidos en la 140ta. reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, quienes en un comunicado difundido ayer expresaron una "particular advertencia" a los legisladores nacionales que se aprestaban en el Senado a la ratificación del Protocolo.
Para la cúpula de la Iglesia, uno de los puntos más cuestionados de los 21 artículos del Protocolo es el que recomienda que "el Estado garantice el acceso a los servicios de aborto en los hospitales".
La Iglesia decidió "advertir particularmente sobre el peligro de dependencia cultural que entrañaría la inminente ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW", que el Senado estaba en condiciones de tratar esta tarde, lo que finalmente no ocurrió.
En la ratificación del compromiso de la Iglesia en favor de los derechos de la mujer el documento expresa que "no puede depender de acuerdos o recomendaciones que pretenden garantizar la práctica del aborto como un servicio público. A este propósito advertimos particularmente a nuestros legisladores".
