Con Cristina Kirchner a la cabeza, el gobierno lanzó su campaña proselitista de caras a las elecciones legislativas de octubre, aunque la primera dama no explicitó su posible candidatura a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
"No se trata de candidaturas, se trata de un proyecto político y de convicciones", enfatizó Cristina Kirchner ante unas 4 mil militantes peronistas en el estadio de Obras Sanitarias de esta Capital.
La primera dama fue la principal oradora de un encuentro político que en lo formal tuvo como objetivo presentar a la nueva conducción del justicialismo porteño, encabezada por el jefe de gabinete Alberto Fernández.
La idea central del acto, marcada tanto por Alberto Fernández como por Cristina Kirchner en sus discursos, y por el presidente Néstor Kirchner a través de la carta que se leyó en el estadio, fue reafirmar una postura frentista con la conformación de un "peronismo de puertas abiertas".
El jefe de Estado fue explícito en ese punto, al afirmar que "por encima de toda la estructura partidaria" se deben "tender los puentes necesarios para que todos aquellos que trabajan diariamente por la reconstrucción de la Argentina, se sumen activamente".
Alberto Fernández destacó la presencia de los gobernadores de Buenos Aires, Felipe Solá, y de Jujuy, Eduardo Fellner, y mencionó también al sanjuanino, José Luis Gioja, aunque no estuvo en el estadio de Obras Sanitarias. Los funcionarios del gabinete nacional marcaron una fuerte presencia en el estadio, dominado por la militancia y la juventud, que se hicieron notar con bombos y trompetas, especialmente, cuando Cristina Kirchner hizo referencia al inicio de la gestión, luego de la deserción de Carlos Menem de la segunda vuelta electoral.
Cristina Kirchner, en el discurso de cierre, combinó las referencias a la situación del justicialismo con el rol del gobierno y cuestionamientos a los dirigentes que "no están al lado de la gente".
Remarcó en ese sentido, que la actividad política implica "estar al lado de la gente y no sólo hablar ante un micrófono o estar en un set de televisión".
La senadora abundó en esa línea: "no tenemos los modales que aconseja la diplomacia, pero me quedo con estos modales y con la forma de ejercer y representar la defensa de los intereses de los argentinos". Por eso, enfatizó que el oficialismo "se hace cargo de la historia y la esperanza de una sociedad" y advirtió que el triunfo "no es de un partido ni de un hombre, sino de todos los argentinos".
"Nos dijeron que no íbamos a poder, que con el Fondo no se puede... y pudimos. No porque seamos héroes, personalmente detesto a aquellos que se presentan como héroes, simplemente hicimos lo que teníamos que hacer", afirmó en otro pasaje.
"La sociedad no es la que acompaña un proyecto o a un Presidente" sino que "son el proyecto y el Presidente quienes acompañan a la sociedad", completó.
Cristina Kirchner interactuó además con la militancia cuando, en un alto de su discurso, un militante le pidió que no se olvidara del fundador del justicialismo, Juan Domingo Perón, y le contestó: "Yo me acuerdo de Perón en los momentos más importantes, cuando se gobierna y cuando voto en la cámara". "Nos dijeron que no íbamos a poder, que con el Fondo no se puede... y pudimos. No porque seamos héroes, personalmente detesto a aquellos que se presentan como héroes, simplemente hicimos lo que teníamos que hacer", afirmó.