La renegociación del contrato entre el gobierno y la transportadora de energía eléctrica Transener, que incluye un aumento tarifario y la condonación de deudas por más de siete millones de pesos, entrará en vigencia en forma automática -y sin tratamiento parlamentario- este domingo.
La denominada "sanción ficta", que permitió la aprobación de otras siete renegociaciones de contratos, fue duramente atacada por los diputados duhaldistas y opositores que intentaron tratar el proyecto, pero no lograron reunir el quorum necesario. Sucede que la ausencia de legisladores kichneristas, macristas y algunos representantes de partidos provinciales evitó que prosperara la sesión especial que había solicitado el bloque del ARI.
La diputada duhaldista Graciela Camaño sostuvo que la renegociación del contrato contiene "gravísimas irregularidades" y denunció que luego de que la empresa logró el acuerdo con el Gobierno "fue a renegociar con sus acreedores y dejó de lado lo que había acordado con el Ejecutivo".
"Esto es lo que hay que denunciar, no los pactos ficticios que no se pueden probar", disparó Camaño en una chicana al kirchnerismo que denunció la supuesta existencia de un "pacto desestabilizador" que incluiría a Eduardo Duhalde, Carlos Menem y Luis Patti.
Hasta el momento, de las nueve renegociaciones, sólo una (Edelap), recibió tratamiento parlamentario, porque las otras ocho recibieron la cuestionada "sanción ficta".
Se trata de cuatro terminales portuarias, las dos autopistas de acceso a la Ciudad de Buenos Aires (Acceso Norte y Oeste), Distrocuyo -que abastece de energía eléctrica a San Juan y Mendoza- y Transener.
Por su parte, el diputado y economista de la CTA Claudio Lozano sintetizó el contenido del acuerdo oficial al señalar que "incluye un aumento de tarifas del 46 por ciento que multiplica por tres las ganancias de la empresa, que no las devolverá a la comunidad y encima les perdonaron las deudas".