La causa Meller, que motivó la destitución de Antonio Boggiano como ministro de la Corte, se originó en un reclamo de esa empresa por una actualización de 400 millones de pesos en bonos en perjuicio del Estado, que fue desacreditada por la Procuración del Tesoro, pero que luego respaldó el alto Tribunal.
En el dictamen acusatorio que la Cámara de Diputados elevó al Senado, los legisladores calificaron de "escandalosos" los pormenores de ese proceso y consideraron incluso que Boggiano podría ser llevado ante la Justicia penal.
Los diputados hicieron un pormenorizado detalle de la labor de los ministros de la Corte entre el 17 de noviembre de 1999 y el 5 de noviembre de 2002, cuando se emitió el fallo favorable a Meller y Boggiano cambió de opinión respecto del caso: primero en contra y luego a favor de la empresa.
En los párrafos centrales del dictamen acusatorio, los diputados afirmaron: "la actuación de Boggiano, a nuestro juicio, implica una prueba contundente de su mal desempeño y, a poco que se investigue en sede penal una vez removido del cargo, creemos se acreditará una actividad delictiva".
"El descargo de Boggiano ensaya dos argumentos, y para ello miente", enfatizaron los diputados y agregaron que el cuestionado ministro pretendió "empardar su inconducta con la de los (tres) jueces que votaron en disidencia, al sostener que ellos iban a votar en favor de Meller pero que fue su iniciativa la que lo impidió".
Se valoró que "la conducta de Boggiano es configurativa de mal desempeño" y afirmaron que "no solo convalidó un trámite fraudulento, sino que fue decisivo para formar la mayoría que emergió a partir de la renuncia de (Gustavo) Bossert y que él condujo al cambiar su voto de pocos días antes, adhiriéndosele (Julio) Nazareno".