El ARI de Elisa Carrió, el Pro de Mauricio Macri, la UCR y la Izquierda coincidieron en señalar el desacierto de pagar de una sola vez los 9.800 millones de dólares que Argentina le debe al FMI.
"Se paga toda la deuda a costa de los sueldos de los empleados públicos y del salario de los jubilados. Por eso España ayudó en la decisión. Por cierto que si uno paga tiene independencia, pero tus hijos comerán menos durante muchos meses", aseguró Carrió.
Macri tampoco estuvo de acuerdo con el desendeudamiento anunciado por el Gobierno. "No apunta a resolver los problemas acuciantes del país. Los desafíos para nuestra economía siguen siendo los mismos, porque esta medida no tiene ninguna relación con la lucha contra la inflación y el desempleo", dijo el diputado del Pro.
El jefe del bloque de la UCR del Senado, Ernesto Sanz, consideró que se trató de "una medida efectista y poco efectiva" y aseguró que "un país en combate con la inflación no puede dejar sin respaldo a su moneda".
Por su lado, el senador nacional por la UCR de Jujuy Gerardo Morales consideró que la decisión del presidente de cancelar la deuda con el FMI es un "nuevo exceso típico de su postura hegemónica" y que el mismo significa "el pago total de la deuda externa".
"¿Hará falta recordarle a Néstor Kirchner que la Constitución Nacional es clara, en su artículo 75 establece como una atribución del Congreso 'arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación?'", se preguntó a través de un comunicado.
Más adelante, remarcó que "este gobierno se encierra en su propia incoherencia. Por un lado habla con el Presidente venezolano Chávez, y por otro le paga al FMI, organismo que no ha hecho más que presionar para profundizar un modelo de país de exclusión, pobreza y dolor".