Los integrantes de la Sala Juzgadora que destituyó el martes pasado a Aníbal Ibarra del cargo de jefe de Gobierno presentaron sus fundamentos, en medio de un intercambio de elogios entre algunos legisladores y el presidente del tribunal, Julio Maier.
Frente a un grupo de familiares de víctimas de Cromañón, los juzgadores se reunieron para leer los fundamentos del veredicto, pero el trámite fue sustituido con acuerdo de todas las partes por la entrega de escritos que serán adjuntados al expediente.
Catorce diputados dejaron en manos de la Presidencia el original y las copias de los argumentos, cuyos destinatarios son la Sala Acusadora, la defensa, el pleno de la Legislatura y el Tribunal Superior de Justicia.
A la reunión asistieron 12 de los 15 diputados y diputadas que la integran, mientras que Laura Moresi, Beatriz Baltroc (no dejó por escrito sus fundamentos ampliados) y Norberto La Porta se ausentaron del recinto.
Moresi, La Porta, Baltroc, junto al diputado kirchnerista Sebastián Gramajo, fueron los únicos que se manifestaron en contra de la destitución de Ibarra, en tanto que otro representante del Frente para la Victoria, Elvio Vitale, se abstuvo. En ese marco, el diputado Helio Rebot (el único kirchnerista que presentó un dictamen condenatorio) dedicó unas palabras al presidente del Tribunal Superior de Justicia y de la sala que juzgó a Ibarra, Julio Maier.
En nombre de todos los integrantes de la Sala de Juzgamiento, Rebot manifestó su agradecimiento hacia Maier "no por haber hecho lo que tenía que hacer, sino además por sus cualidades de jurista internacional".
"La Sala pudo cumplir con su cometido y con la Constitución, gracias a la persona de bien que la condujo y fue un privilegio haber integrado esta Sala", concedió Rebot, quien es el presidente del tribunal para todos los casos, menos para el juzgamiento de un jefe de Gobierno.
Maier contestó al diputado que los calificativos eran exagerados, porque cumplió "con las reglas" y se comportó con los otros "tal como queremos que los otros se comporten respecto de nosotros". Además, consideró que la Sala dio una "muestra de civilidad", aunque reconoció que al principio no creía que iba a poder cumplir con la obligación de dirigir el juicio.