El ex titular del Banco Central representó al ex ministro en un encuentro con los radicales.
La reunión se realizó en las oficinas del lavagnismo de la calle Cerrito al 800, en esta capital, adonde concurrieron los delegados radicales encabezados por el titular de la Convención Nacional, Adolfo Stubrin, por su par porteño Ricardo Gil Lavedra, por el ex ministro alfonsinista Aldo Neri, y por el ex presidente de la Federación Agraria Argentina René Bonetto.
Por el lavagnismo estuvieron presentes, además de González Fraga, los dos negociadores principales, Alejandro Rodríguez y Alberto Coto, ambos integrantes de la mesa chica de la corriente.
Según Stubrin, el encuentro “fue más numeroso que el primero porque se avanzó en el plan general de la tarea técnica-política”, que será compatibilizar el programa de lo que denominan como el “centroprogresismo”.
En el cónclave de algo más de dos horas, los negociadores “comenzaron a analizar tres temas. La cuestión institucional, el tema productivo y lo social”, precisó el dirigente radical.
De acuerdo con Stubrin, la marcha de la negociación “puede ser considerada hasta ahora de satisfactoria, auspiciosa”. Ambas partes quedaron en reunirse el próximo miércoles.
La armonización del programa fue uno de los acuerdos a los que arribaron los radicales y los lavagnistas, después que el senador jujeño, Gerardo Morales, asumiera la conducción del comité nacional de la UCR.
La compatibilización se hará sobre el plan que aprobó la UCR en la convención nacional de Rosario, en setiembre último, y las dos presentaciones de Lavagna, la primera en la Sociedad Rural, en octubre, y la segunda en la solicitada del ex titular del Palacio de Hacienda, del 30 de noviembre.
El martes a la noche, Lavagna, fue a una cena en la casa de la diputada Lucrecia Monti, en Parque Chacabuco, en esta capital, donde participaron la mayoría de los legisladores lavagnistas. Hubo, al menos, nueve legisladores de extracción peronista, razón por la cual en la intervención que hizo Lavagna exhortó a los legisladores a que “no dejen que los llamen lavagnistas, sino peronistas”. Porque según Marina Cassese, “este año quedó demostrado que hay peronismo fuera del Gobierno”.
El pedido de Lavagna está orientado, según la fuente, el hecho de poder conservar el concepto de la “pata peronista” en el futuro frente político, cuyo núcleo es hoy la relación radical-lavagnista.
