Así lo afirmó el ex mandatario al pronunciar un discurso en el marco de un homenaje que se realizó esta mañana en el cementerio de la Recoleta al cumplirse 20 años de la muerte del ex intendente porteño Julio Saguier.

Allí, ante la presencia de familiares del ex jefe comunal, compañeros de militancia y dirigentes del radicalismo, Alfonsín dijo que el acto en memoria de Saguier se realizaba “en tiempos en que se ha roto, o mejor dicho, nunca ha empezado, el diálogo entre las fuerzas políticas y el gobierno”.

También cargó contra el gobierno cuando afirmó que corren tiempos “en que no se tiene en cuenta que los partidos políticos de la oposición tienen la misma dignidad que el oficialismo” y en que “se lesiona la República seriamente”.

Si bien Alfonsín se negó a realizar declaraciones a la prensa, sí deslizó su férreo respaldo a la impronta dada a la UCR por el senador jujeño Gerardo Morales, quien asumió la presidencia del partido hacia fines del 2006, en reemplazo de Roberto Iglesias tras su renuncia al cargo.

“Está muy bien ubicado”, dijo escuetamente el ex mandatario sobre Morales antes de retirarse del cementerio de la Recoleta, donde el acto finalizó con el descubrimiento de una placa en memoria de Saguier, a veinte años de su muerte.
Es que, a partir de la asunción de Morales, la UCR puso en marcha la definición de un acuerdo programático con el lavagnismo que sentará las bases de un frente electoral opositor que llevará como candidato a presidente al ex ministro Roberto Lavagna, tal como lo propiciaba el alfonsinismo.

Además, Morales puso fin al perfil expulsionista del mendocino Iglesias en su última etapa al mando del partido, cuando incluso se promovió la intervención de distritos que no adhirieran al perfil opositor del partido y la expulsión de dirigentes que militaran activamente en la “concertación plural” del oficialismo.

Del acto en homenaje al ex intendente participaron, entre otros, Enrique Olivera (hoy emigrado a las filas del ARI y legislador porteño por ese partido); Juan Pablo Baylac, ex diputado y ex vocero presidencial en tiempos de Fernando de la Rúa; el ex senador José María García Arecha; el ex funcionario porteño Eduardo Delleville; y la histórica dirigente Florentina Gómez Miranda.
Al hablar sobre Saguier, Alfonsín lo recordó como “un gran amigo”; destacó su “honestidad”, su “señoría” y su “espíritu noble”; y lo definió como una “persona afable, amable, que no conoció el odio”.

También, aseguró que fue “un gran intendente y un gran conocedor de la ciudad de Buenos Aires” y sostuvo que, luego de recibir en 1983 al distrito “en un estado financiero calamitoso y con graves pleitos que enfrentar, puso orden a las finanzas del municipio”.

A la vez, subrayó la importancia que Saguier le había dado a la educación -a la que consideraba “la única forma de romper la cadena generacional de la pobreza”-, a la salud y a la cultura, “al llevarla a las calles”.