“Muchas gracias por este reconocimiento. Pero quiero decirles, que más allá de ser una distinción personal, estoy convencida de que hay que hacerlo extensivo a las demás autoridades y miembros de la Cámara, con quienes hemos trabajado arduamente, tratando de interpretar las demandas que la sociedad nos plantea.

Queridos compañeros y colegas de otras bancadas, ustedes son también parte de esta distinción, porque como órgano colectivo y plural que conformamos, ninguna conquista puede ser considerada exclusivamente personal o partidaria, sino que es el fruto del trabajo en equipo y la difícil construcción del consenso.

Y como de trabajo en equipo se trata, quiero agradecer profundamente, al equipo que me acompaña, a las mujeres y a los hombres que día a día conforman el sustento técnico, político y humano de nuestra labor.

La experiencia nos ha demostrado a los argentinos, que el funcionamiento anormal de las instituciones denota un vacío de creencias. Las instituciones se debilitan, pierden su norte, cuando en su gestión cotidiana no tienen como referencia la búsqueda del bien común y el desarrollo del país. La democracia y la república solo se consolidan con una cultura popular que la sustente. No hay, manera de mejorar, de perfeccionar, de elevar el funcionamiento institucional si no hacemos hincapié en el sistema de creencias que todos como sociedad, tenemos sobre ellas.

A esta Cámara le toca la responsabilidad de recuperar el protagonismo y credibilidad en un momento bisagra de la historia contemporánea. Somos actores de un nuevo tiempo. Los argentinos estamos remontando un pasado de decadencia, desencuentros, degradación y fracaso, y nos levantamos desde una frágil institucionalidad y una explosiva realidad social para recuperar nuestra autoestima, la confianza y la capacidad de realizar nuestras utopías.

No nacimos hoy, también vivimos el pasado. Nuestra militancia es testimonio de ello, pero demostramos que somos capaces de reconocer los errores, de promover y acompañar los cambios en la construcción de un paradigma de país incluyente, de sociedad cohesionada, de Nación vigorizada. No somos nostálgicos del pasado, simplemente trabajamos para recuperar la justicia, la memoria histórica y reconstruir el espacio público, referencias primordiales en nuestro compromiso para relegitimar a la política.

Frente a los retos que nos impone la vertiginosa dinámica de los hechos cotidianos, es necesario dotarnos de modernas y mejoras herramientas para afrontar viejos y nuevos problemas… Por ello, fortalecer la capacidad y la calidad institucional del Congreso de la Nación es una manera directa de fortalecer la democracia y la gobernabilidad. Nos enfrentamos a grandes desafíos y objetivos, no lo podemos hacer solos, necesitamos del concurso de todos. Los invito a que sigamos trabajando juntos”.