En lo que será su cuarta gira por el exterior durante este año, Cristina Fernández será homenajeada en ese encuentro con la comunidad judeo-norteamericana, donde se le entregará una plaqueta por sus constantes presencias en actividades de la comunidad judía.

La llegada de Cristina Fernández a Estados Unidos tiene un fuerte significado político, más allá de que en principio no tenga en su agenda actividad oficial en representación del gobierno argentino.

Desde que se comenzó a instalar la imagen de la primera dama en el exterior para una virtual candidatura presidencial, Estados Unidos siempre fue el “gran objetivo” de los operadores políticos cercanos a Cristina. Sin embargo, por ahora sólo está confirmado la actividad en la cena de la comunidad judía y el Gobierno prefiere no alentar grandes expectativas sobre el viaje.

Entre las posibilidades que se barajaban está que la senadora Cristina Kirchner brinde una disertación en alguna universidad de la capital estadounidense o realice algún acto en la embajada argentina con presencia de empresarios y representantes de la cultura.

Es un secreto a voces que el deseo fundamental de la primera dama es poder concretar una entrevista con la legisladora norteamericana Hillary Clinton, precandidata demócrata a la presidencia, aunque todo indica que esa reunión deberá esperar una nueva oportunidad.

Hillary y Cristina se encontraron en otras dos oportunidades, aunque sin dudas una foto juntas tendría un alto valor para la dirigente argentina en esta instancia de su candidatura más allá de las fronteras.