El senador Rodolfo Terragno presidirá el organismo.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, aprobó el proyecto sobre el Instituto de Prospectiva presentado por el senador radical independiente Rodolfo Terragno.
El Instituto será presidido por el propio Terragno.
El mandatario porteño volvió a combinar actos de campaña con gestión: puso en marcha el contenedor de basura número 10.000 en el barrio de Parque Chacabuco, garantizó que en tres días se resolverá de manera provisional la calefacción en las escuelas en obras y formalizó la incorporación de Terragno a su gabinete.
Terragno quedará al frente del Instituto de Prospectiva de Buenos Aires, un programa de desarrollo económico y cultural de la ciudad para el 2016 cuando se cumplen doscientos años de la independencia argentina.
El Instituto estará integrado por académicos y representantes de organizaciones no gubernamentales y quedará integrado después de las elecciones porteñas "para que no sientan que son convocados por un proceso electoral", precisaron.
En una conferencia de prensa realizada en la jefatura de gobierno, Telerman y Terragno estuvieron acompañados por el ministro de Hacienda de la ciudad, Sergio Beros.
A continuación se consigna, en forma de preguntas y respuestas, un detalle sobre los fines y características que tendrá el Instituto.
¿Qué significa prospectiva?
Es el estudio de las tendencias económicas, tecnológicas y culturales, a fin de anticiparse a los cambios y trazar estrategias de largo plazo.
¿Estrategias para qué?
Para el desarrollo.
¿El Instituto se ocupará, entonces, de desarrollar la Ciudad de Buenos Aires?
No solamente. Procurará que la Ciudad sea un “centro global”, que conecte a la Argentina con un mundo en constante evolución.
¿Qué es un “centro global”?
Es un concepto, muy usado internacionalmente, que pertenece a la urbanista holandesa Saskia Sansen. Se dice que una ciudad es un “centro global” cuando todo lo que esa ciudad crea -cultura, ciencia, innovación, comercio y finanzas- tiene un objetivo: vincular a la producción nacional con los mercados internacionales.
¿No se corre el riesgo de que las provincias vean esto como un proyecto “centralista”, a través del cual los porteños tratan de “imponer” un modelo de país?
No. La Argentina de este siglo tiene que acabar con las falsas antinomias del pasado. Los países exitosos no optan entre campo e industria; desarrollan todo. Tampoco optan entre mercado interno e internacional; fortalecen la demanda doméstica y exportan lo más que pueden. Esos países saben que, para que crezca cada rincón del territorio, hace falta una o más grandes ciudades, con vocación nacional.
¿Buenos Aires tiene vocación nacional?
Salvo períodos de desencuentro, la tuvo desde el principio. El 25 de mayo de 1810 no marcó el nacimiento de una ciudad-Estado, ni de un país chico, formado por los alrededores de la Gran Aldea. Buenos Aires convocó a los cabildos de todo el país, así se formó la Junta Grande y se llegó a la Asamblea del año XIII. La nación emergente fue llamada Provincias Unidas, y la independencia culminó en 1816, en Tucumán: a 1.200 kilómetros de Buenos Aires.
¿Por eso el primer proyecto del Instituto se llamará Argentina 2010-2016?
Sí, porque no queremos conmemorar sólo el 25 de mayo, sino todo un período.
¿Será un largo festejo?
No. Queremos ir mucho más allá de las efemérides. Doscientos años atrás, a partir de un acto que produjo la Ciudad de Buenos Aires, se pensó el país. Ahora queremos ayudar a repensarlo, tomándonos un período igual.
¿Qué puede hacer la Ciudad de Buenos Aires por ese país nuevo?
Muchas cosas. Por ejemplo: establecer una red de centros de innovación; crear un parque biotecnológico; convertirse en un centro financiero mundial.
¿Hay otros institutos de prospectiva en el mundo?
Muchos. Los hay locales, nacionales, internacionales; académicos, empresarios, gubernamentales.
¿Por ejemplo?
El de Copenhague, el de Hamburgo, el de Sevilla, el de Silicon Valley. Hay hasta una federación mundial de institutos de prospectiva, con sede en Dublín, Irlanda.
¿El Instituto trabajará de manera aislada?
No. Promoverá convenios de cooperación entre la Ciudad de Buenos Aires y organismos públicos nacionales, provinciales y municipales; universidades, centros de investigación, empresas, sindicatos y asociaciones civiles. También promoverá la celebración de acuerdos con institutos de prospectiva extranjeros, así como con universidades, centros de investigación y organismos internacionales.
¿A quiénes convocará?
A científicos, técnicos, matemáticos, economistas, juristas... También a organizaciones no gubernamentales.
¿No se corre el riesgo de crear una nueva burocracia?
No. El Instituto tendrá: un/a presidente; un cuerpo de asesores ad honorem; y el personal estrictamente necesario. Para trabajos técnicos especiales, celebrará contratos de locación de obra por períodos fijos, no prorrogables, que deberán culminar con la entrega de los trabajos.
¿De quién dependerá?
Del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
¿No se superpondrá con la gestión de gobierno?
De ninguna manera. La coyuntura urbana estará exclusivamente a cargo de los ministros, secretarios, directores y demás funcionarios de la administración local.
¿Está sujeto el Instituto a que Jorge Telerman sea el jefe de Gobierno?
Sí, porque es parte de su propuesta y está previsto como una característica distintiva de su gestión.