La candidata del oficialismo encabezó un acto en La Matanza, en el que dio un breve discurso y terminó emocionada, abrazándose al Presidente.
El kirchnerismo buscó respetar las cábalas, cerrando la campaña presidencial en el mismo lugar donde Néstor Kirchner cerrara la suya: el Mercado Central, en el corazón de La Matanza. En el corazón del peronismo. Pero las cosas no empezaron bien, por cuanto el pronóstico de lluvia llevaron a los organizadores a modificar el horario de comienzo del acto, adelantándolo media hora.
Pero el temporal se adelantó más de tres horas y fue un verdadero trastorno para la realización del evento. Al punto tal que debió retrasarse una hora y media, luego de que el techo del escenario volara por la intensidad del viento.
Finalmente el acto se realizó, y tuvo toda la liturgia peronista que el ámbito elegido reclamaba. No obstante ello, la candidata, que terminó abrazada a su esposo, visiblemente emocionada, llamó a todos los argentinos a sumarse a la Concertación Plural.
Explicó la razón de esa elección de ampliar la base de sustentación partidaria señalando que "hemos entendido que es necesario convocar a un espacio más amplio porque son muchos los desafíos que faltan y que necesitan a los argentinos más unidos que nunca".
De cara a los comicios del domingo, la senadora admitió que "son muchos los desafíos, son muchos los sueños que faltan, pero sé del coraje, de la fuerza de los argentinos. Cuando uno siente que puede flaquear, hay que poner más fuerza, yo nunca tuve miedo".
En su discurso, Cristina Fernández convocó "a todos los argentinos y argentinas, sin agravios sin rencores y sin descalificaciones, porque no hemos podido encontrar en el otro lo bueno que tiene, sólo parece que hacemos hincapié en lo que no estamos de acuerdo. Venimos con una actitud diferente".
Veinte minutos duró el discurso de la primera dama, en el que destacó los principales logros económicos y sociales de la gestión del presidente Kirchner, la senadora pidió "un nuevo protagonismo de la sociedad" para su eventual gestión, para que "además de un buen Gobierno podamos tener una buena sociedad".
"Son muchos los sueños que faltan todavía; pero sé del coraje, de la fuerza de los argentinos y sé también que nunca tuve miedo, que cuando uno siente que puede llegar a flaquear, entonces con fuerza mirando lo que hemos hecho, es posible", afirmó la senadora en un enfático discurso.
Reiteró Cristina que "estamos cambiando la historia, dando vuelta un destino que siempre parecía adverso. Es posible transformar la Patria, los convoco a todos a este cambio. Son muchos los sueños, pero se de la fuerza de todos los argentinos".
Recordó además que "veníamos también con el sueño de recuperar para todo el pueblo la dignidad de los representantes en el Parlamento y en el Ejecutivo. Para que todos supieran que las decisiones se toman en la Casa Rosada y en el Parlamento y no en las oficinas del Fondo Monetario Internacional".
Enfundada en su traje peronista, pese a sus reiteradas convocatorias a la Concertación, la primera dama clamó: "Esto es Matanza, claro que es Matanza, es Buenos Aires, es la Argentina, es la Patria!", ante los cánticos partidarios de los militantes congregados en el centro concentrador.
En el lugar se dio cita no sólo el presidente Kirchner, sino también el vicepresidente y candidato a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el vice y titular de la Cámara baja, Alberto Balestrini, numerosos intendentes, y la mayoría del gabinete nacional.
También estuvo el candidato a vicepresidente Julio Cobos, quien no hizo uso de la palabra. Todo el protagonismo estuvo destinado a la primera dama.
En su mensaje, Cristina sostuvo que "debemos reconocernos los unos en los otros para la construcción de una sociedad mejor. Necesitamos la fuerza de los jóvenes y necesitamos a mis compañeras de género organizadas en los barrios, participando fuertemente en la lucha por la salud de nuestros hijos".
Entre los legisladores presentes, pudo verse a Remo Carlotto, Carlos Kunkel, Luis Cigogna y Héctor Recalde y Mercedes Marcó del Pont.