"Es un día muy triste", manifestó la ex presidenta de la Comisión de Agricultura María del Carmen Alarcon, respecto a la decisión del Gobierno nacional con aumentar las retenciones.
El 12º Congreso Mundial Shorthorn realizado en Mar del Plata con 300 productores y 40 visitantes extranjeros se convirtió en una buena muestra del desánimo que provocó el anuncio del aumento de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, con críticas que hicieron oír también el ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, Raúl Rivara, y la diputada nacional María del Carmen Alarcón.
Para la diputada ex kirchnerista por Santa Fe, “hoy es un día triste”, tras el anuncio de la suba de las retenciones a la soja del 27,5% al 35% para la soja, los aceites entre 8% y 10% -según sean de soja o girasol-, el trigo de 20 a 28% y maíz de 20% a 25%.
“Vemos que el mundo trabaja para la Argentina pero no se le da un aprovechamiento lógico”, dijo Alarcón durante su presentación junto a Rivara del panel sobre “Relación del Estado con el sector privado y la formulación de políticas públicas”, en la reunión organizada por la Asociación Argentina de Criadores de Shorthorn que se realiza en el Hotel Hermitage.
Alarcón, quien lidera el movimiento Pampa Sur y que se alejó del oficialista Frente para la Victoria, dijo que el Gobierno maneja “una caja hegemónica que no distribuye nada”. Y arengó a los productores a participar en forma más activas en la vida pública para “poder discutir adónde va la renta de la cadena productiva”.
Rivara se quejó de la medida porque afecta solamente a los productores agrícolas y “queda directamente en los bolsillos de los exportadores, que en la mayoría de los casos son empresas que ni siquiera están en Argentina”.
El ministro provincial recordó que los exportadores ya registraron 17 millones de toneladas de soja con retenciones del 27,5 por ciento, por lo que el incremento del gravamen a 35% de las ventas, que implican 20 dólares por tonelada del oleaginoso, “son 340 millones de dólares que el productor sufre como una verdadera exacción”.
“El productor ganadero va a aportar ahora a la Nación 1.000 millones de dólares que no van a volver a la Provincia en obras de infraestructura para la producción”, resumió.
Guillermo Alston, presidente de la Asociación Shorthorn, expresó la “resignación” entre los productores argentinos y comentó el “asombro y espanto” que provocó la medida entre los visitantes extranjeros. “Los estadounidenses decían que si hubiera tomado una decisión como ésta en su país había una revolución”, agregó.
Alston, productor agropecuario de la provincia de La Pampa, aceptó que la medida se puede sostener por el incremento que tuvieron los precios agrícolas en los últimos meses, pero advirtió que si esa tendencia cambia, el panorama es de “quebranto” para los productores más pequeños.
Además apuntó que afecta seriamente la rentabilidad en el caso de una caída de la cosecha. Alston ejemplificó que el domingo en su campo “cayó una helada que quemó el maíz, no sabemos todavía cómo afectó al sorgo y el girasol o cuánto se perdió en trigo, que está en espigazón. El último mazazo es esta suba de las retenciones”, lamentó.