Los “primeros tanteos” por los principales cargos a ocupar en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires ya se hicieron; ahora comienza la etapa de las definiciones sobre quienes serán los principales actores legislativos de la era sciolista en el territorio.

El oficialismo se embarcará en una carrera que tiene campana de largada este fin de semana, para definir las autoridades de ambas cámaras, con la excepción -claro está- de la presidencia del Senado que obviamente le corresponde al compañero de fórmula de Daniel Scioli y vicegobernador de la provincia, Alberto Balestrini.

También en ambas cámaras se dialoga mucho en torno a las presidencias de sendos bloques oficialistas que por estas horas en el Palacio se estiman que terminarán unificándose: el FpV y el PJ serán un único bloque; en tanto que los radicales K tendrán sus bancadas propias, replicando lo que se dará en el Congreso de la Nación, Concertación Plural mediante.

Además, debemos consignar las aspiraciones que existen en torno a las principales comisiones legislativas. En el Senado se puja por las presidencias de Asuntos Constitucionales y Acuerdos, Presupuesto y Legislación General; mientras que en Diputados por Asuntos Constitucionales y Justicia, Presupuesto y Legislación General.
Los 46 senadores y 92 diputados tendrán que ir armando el rompecabezas parte por parte, pero al mismo tiempo, los avances y retrocesos de determinadas variables en uno u otro lugar modificarán el resultado final.

Tanto en Diputados como en el Senado se acepta que Daniel Scioli -así como en su momento Felipe Solá lo hizo- será escuchado respetuosamente sobre los posibles postulantes a los cargos. Tanto los senadores como los diputados admiten que las principales autoridades de la actual Legislatura fueron designadas en sendos encuentros con el actual titular del Ejecutivo provincial.

No obstante, se admite que los contextos difieren y el futuro gobernador no tiene “tropa legislativa propia”, como si tenía Solá dos años atrás, por lo tanto, allende de la imaginaria calle 52 de la capital bonaerense trabajan contrarreloj para cuando tengan que cruzar la plaza San Martín y puedan presentar “propuestas propias de gobernabilidad” sostenidas por consenso de los propios legisladores.

Empero, no escapa al conocimiento de los principales dirigentes legislativos bonaerenses que el futuro gobernador introdujo “gente propia” a la Legislatura. Tal es el caso de Guido Lorenzino, Roberto Passo, Martín Miguel y Nicolás Ferré en Diputados, y Roberto Ravale en el Senado.

Ante esa falencia que encuentran en el futuro gobernador, los legisladores empezaron a diseñar un esquema de reparto donde las presidencias de los bloques oficialistas tendrían que quedar en manos de aquellos que logren los consensos, en tanto que “los hombres del gobernador” ocuparían cargos de las cámaras.

En esa línea trabajan y buscan equilibrio, dejando en blanco una vicepresidencia en el Senado y sin ponerle el nombre al titular de la Cámara baja. Ambos espacios serán reservados para los deseos del nuevo mandamás.