Para muchos, fue una señal de que las fidelidades no son definitivas. Y menos en política. Y menos que que menos, cuando el hilo conductor de esa fidelidad no tiene siquiera raíces doctrinarias.

Fue en un tema que seguramente no hará que nadie en el oficialismo se rasgue las vestiduras, pero bien pudo haber sido una señal.

Es que el fracaso del oficialismo para lograr el tratamiento del proyecto sobre trenes, dejó algunas enseñanzas y más de una señal a tener en cuenta por la conducción del bloque del FpV en Diputados.

No lograron los dos tercios necesarios para tratar el proyecto sobre tablas. De haberlo logrado, seguro hubieran conseguido aprobarlo. Pero lo cierto es que ciertos votos con los que contaban, no estuvieron.

Votaron en contra, por ejemplo radicales K como los mendocinos y el ex intendente marplatense Daniel Katz. Los integrantes de la Concertación Plural más fieles, por cierto. En efecto, de los mendocinos, no estuvieron del lado kirchnerista Laura Montero y Héctor Alvaro.

Tampoco votó a favor la diputada Paola Spátola, integrante del bloque unipersonal Guardia Peronista, que es en la actualidad un aliado del kirchnerismo.

Habrá que tener en cuenta también las abstenciones. Significativas, por cierto. Como la del socialista Ariel Basteiro, hasta hace poco representante oficial en el directorio de Aerolíneas Argentinas y referente kirchnerista dentro del PS bonaerense, junto al convaleciente Jorge Rivas.

También se abstuvieron otros radicales K como el mendocino Jorge Albarracín y otros dos radicales K bonaerenses: Gustavo Serebrinsky y Silvia Vázquez. Y nada menos que la kirchnerista entrerriana María Cremer, esposa del ex gobernador Jorge Busti.

Tampoco votaron a favor -ni en contra, se abstuvieron- los radicales santiagueños, equidistantes tanto del radicalismo oficial, como del kirchnerismo, aunque más cercanos a estos últimos. No fue el caso de la cuestión ferroviaria, que no contó con los votos de esos cuatro representantes del Frente Cívico de Santiago del Estero.

Como para tener en cuenta en el futuro, cuando haya cuestiones más dolorosas para el oficialismo.