La oposición salió con los tapones de punta ante el cambio de ministro de Economía, criticando por igual a Néstor Kirchner y a Guillermo Moreno, aunque sin nombrar siquiera a la presidenta Cristina.
Para el jefe del radicalismo, el ex presidente Néstor Kirchner está “descontrolado” y en tal situación "nos van a hacer chocar contra una pared porque por este camino no van a poder manejar la inflación".
Tras alertar tal cosa, quien un día antes del desenlace con Martín Lousteau asegurara que el ministro saliente estaba “pintado”, consideró que este desenlace "se veía venir”, porque “no daba para más".
"El problema es que no se modifiquen las matrices económicas que vienen desde Puerto Madero", advirtió el senador Gerardo Morales, agregando sobre Kirchner que "el ex presidente está descontrolado, sigue habiendo doble comando".
Además, dijo, al seguir en su puesto Guillermo Moreno, "se ratifica el rumbo, se ratifica la manipulación del INDEC, las presiones sobre los precios, sobre el Mercado de Liniers".
"Estamos preocupados por el rumbo de la situación y por la obcecación del matrimonio" Kirchner, concluyó el senador Morales.
Por su parte, el diputado Francisco De Narváez no tiene dudas de que el verdadero ministro de Economía es el esposo de la actual Presidenta, lo cual a su juicio es un problema. En declaraciones a la prensa, señaló que "al final del día, el ministro de Economía del país es Néstor Kirchner".
Tal situación, dijo el diputado bonaerense "es un impedimento para el ministro de Economía" porque "hay una interferencia fenomenal que no permite desarrollar una política económica clara". Agregó que "más allá de los nombres hay que discutir si se van a cambiar las políticas, porque los resultados en materia de inflación han sido altamente negativos".
En franca oposición al Gobierno, el legislador consideró que el ex presidente "entró en una línea de falsear la realidad".
Para el jefe del bloque ARI Autónomo, Eduardo Macaluse, "la economía la va a seguir manejando Moreno, intentando corregir la realidad a martillazos, en lugar de hacerse cargo de la complejidad de los problemas, cuestión que requiere propuestas más sofisticadas por un lado, y más cercanas a la realidad de la producción por otro”.
“Es decir hace falta gente que tenga mayores pergaminos académicos y que conozca de cerca la economía real", agregó.
Para Macaluse el nombramiento de Carlos Fernández "no agrega ninguna novedad en el panorama político ni siquiera hay un apellido nuevo. Se suma otro Fernández al que se le reconocen virtudes de disciplinador, pero no cualidades de ministro de la Nación. Claramente va a ser un hombre de transición que le va a hacer el trabajo sucio a Martín Redrado".