Frente a una propuesta del Gobierno nacional, el senador bonaerense Roberto Molini puso en blanco y negro la problemática del trigo en la Argentina en una visita a la ciudad de Trenque Lauquen, junto a Margarita Stolbizer, líder de la Coalición Cívica.

“Desde diversos medios de comunicación, y a partir de declaraciones de los dirigentes de las entidades rurales, nos hemos enterado que el gobierno ha vuelto a ofrecer como solución para el problema del trigo un esquema de Junta de Granos, pero privatizado”, advirtió Molini.

La propuesta no es para nada nueva, en el ambiente ruralista se la conoce como “proyecto Cargill” o “ley Cargill”. Este ofrecimiento desde el gobierno para la privatización del mercado de trigo, ya había surgido el año pasado desde las oficinas del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. La misma plantéa un esquema en donde todo el trigo cosechado sea vendido a las cinco grandes exportadoras para que ellas arbitren la comercialización del cereal a los molinos nacionales, y al gobierno le sea más fácil arreglar compensaciones con esas cinco empresas.

“Es un disparate total. Un gobierno que se ha tildado de nacional y popular termina justamente cediendo frente a los grupos más concentrados de la economía transnacional”, dijo.

Agregó que “es una burda privatización de un deber del estado que, en vez de arbitrar los intereses de la Nación, quiere que el conflicto del trigo lo terminen solucionando las conciernas de las exportadoras. Y para muestra sobra un botón… Ya hemos visto cómo solucionan estas multinacionales el precio del trigo: se quedaron con un lindo vuelto -en las dos últimas campañas- de 200 pesos por tonelada”, ironizó el senador. Según esas cifras, la transferencia de recursos desde los productores hacia las principales cinco empresas llegaría a los 1.180 millones de pesos-

“Al Gobierno le estamos pidiendo que al productor le llegue el precio lleno del trigo, algo más cercano a lo que se obtendría del precio internacional descontando retenciones y gastos lógicos de comercialización”, explicó; y volvió a proponer: “Con la diferencia entre lo que pagó la exportación al productor y lo que podría pagar, se hubiese podido regalar la harina para el pan a todos los argentinos”.

Por último, Molini agregó: “Ni el más ortodoxo y liberal de los gobiernos podría plantear una cosa así. Pero ya no sorprenden con nada, ya el menemismo había disuelto la Junta Nacional de Granos, ahora el kircherismo va por mucho más, planteando una Junta Privatizada de Granos. Ya saldrán desde el gobierno nacional a desmentir el ofrecimiento; es que creo que se les debe estar cayendo la cara de la vergüenza”.

“Y ni hablar de la cesión de soberanía que esto implica en un contexto mundial de preocupación por lo alimentario. Pero es una facultad del Estado justamente arbitrar para que así sea, una facultad que no se puede privatizar; y menos a las exportadoras: es poner el zorro a cuidar el gallinero. Si éstas son las propuestas que tienen para solucionar el problema del trigo, la verdad que no entendieron nada”, finalizó.