Todos dicen que el hombre decide solo, y no es así. O más o menos. Lo que es cierto es que jamás escucha a quienes componen el máximo organismo que él conduce, pero como aquellos lo saben, se limitan a opinar para la tribuna, sabiendo que el mandamás es quien resuelve a su entero antojo, desde hace tres décadas. Pero como ahora los chicos están grandes, a esos sí escucha y atiende. De los hijos hablamos.
Y dicen que el hombre también escucha a quienes están en puestos más altos que el de él. Por algo el hombre ha perdurado durante tantas décadas. Y desde esos puestos encumbrados le habrían hecho un guiño para que avanzara con el plan de convocar para dirigir la Selección nada menos que a Diego Maradona, garantía sino de éxito, de trascendencia mediática permanente. ¿Se imaginan lo que hubiera sido con Bianchi, que no da notas?, deslizó ante este medio un encumbrado diputado nacional oficialista que dio credibilidad al interés particular dispensado desde la Casa Rosada respecto a la elección del DT, atentos a que en momentos de crisis nada mejor que garantizar que la atención general se deslice hacia otros ámbitos. Y con Diego, eso está más que garantizado de acá a 2010.

El hombre, como siempre, es el que decide. Pero no deja de atender determinadas voces.