Sin duda alguna una de las anécdotas del año de la Legislatura porteña fue la protagonizada por la legisladora Victoria Morales Gorleri. Con el objeto de convencer a sus pares de la necesidad de votar favorablemente la creación de lactarios en organismos del sector público para que las madres puedan extraerse leche durante el horario laboral, la diputada apeló a un didáctico ejemplo.

Para asegurarse el voto de sus colegas, la diputada mandó colocar en las bancas dos bombones y una tarjeta con la siguiente pregunta: “Uno de estos dos bombones fue envuelto en un baño público, ¿cuál comerías?”.

Su original mensaje era mostrarles a sus pares que con ese mismo problema lidian los miles de bebés que toman la mamadera que la mamá les dejó luego de un día de trabajo: leche materna que fue sacada quién sabe en qué condiciones.

El lactario será una pequeña oficina con una mesa, un sillón y una heladera, donde las mujeres tienen espacio higiénico y privado para extraer su leche durante la jornada laboral y guardarla en refrigeración. Una saludable ley sin lugar a dudas.