En un marco distinto al cierre de un debate de sesiones en el Senado de la Nación, el senador mendocino Ernesto Sanz tuvo a su cago expresar las palabras de despedida del último gran caudillo radical de los tiempos modernos, Raúl Alfonsín.

Con voz quebrada, ante la familia del ex presidente y dirigentes políticos en el Salón Azul, y miles de personas en la Plaza de los Dos Congresos, el jefe de bloque de la UCR en la Cámara alta, recordó: “Varias veces en la vida de un hombre publico juró ante Dios y la Patria el correcto desempeño de las funciones desde concejal de Chascomus hasta senador como en la Presidencia hubo una frase común `si así no los hicieres que Dios o la Patria os lo demande. Es posible que eso ocurra con la mayoría de nosotros. Pero en la vida de los distintos, el requerimiento de Dios y la Patria únicos, se ve al final del camino”. Y continuó: “Alfonsín es uno de los hombres distintos, imprescindibles para construir los pilares de la sociedad. “Y es claro que Dios y la Patria están en el final del camino de su vida pero no para demandarles sino que Dios, está presente para recibirlo como un hombre bueno, decente, integro y noble; la Patria también está presente para agradecerle”.

“El legado es él mismo y su conducta allí donde uno lo recuerde encontrará la Argentina que viene, la cual deberá ser libre, tolerante, republicana y valiente. Como fue Raúl”, agregó Sanz.

“Venimos a decirle nuestro adiós, adiós Raúl, seguimos siendo la vida y la paz”, concluyó Ernesto Sanz.