– ¿Teniendo en cuenta que el 10 de diciembre se termina su mandato legislativo, ¿qué balance hace de su gestión?

– Bueno, estos cuatro años pertenecí a un bloque de la oposición que estuvo conformado por diez diputados y hemos tenido muy pocas posibilidades de que se trataran iniciativas como las que nosotros planteábamos. Esto se dio porque, en los últimos dos años, el Parlamento discutió solamente lo que el Poder Ejecutivo nacional envió. Pero por otro lado, sí creo que hemos fortalecido todo el trabajo de garantizar el derecho de las mujeres planteando más de cincuenta iniciativas en relación a su no-discriminación. Nosotros creemos que las mujeres son discriminadas en todos los ámbitos y que hacen falta muchas mas leyes para que los varones y mujeres tengan las mismas oportunidades en la sociedad.

– ¿Qué iniciativas planteadas por el bloque al que pertenece no fueron escuchadas?

– Creo que una asignatura pendiente fue el tema de la distribución de la riqueza, donde creemos que hace falta una reforma integral donde se incrementen los impuestos directos y se disminuyan los indirectos para hacer un sistema tributario mucho menos regresivo. Tenemos un país que donde la brecha entre ricos y pobres es de treinta veces, entonces creo que es fundamental una Reforma Tributaria.

– ¿Y en su caso particular que cuenta pendiente le queda?

– Pienso que a mí no me quedaron cuentas pendientes, porque yo creo que el Parlamento es un lugar de militancia y yo como socialista desde la juventud, voy a seguir militando en los espacios que tenga y bueno, sería de mucho gusto para mí en pocos años volver al Parlamento.

– Usted nombró como una de las fortalezas de su bloque a la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres. Hace poco tiempo se votó como “Mujer del año” a la legisladora transformista Marcela Romero, ¿qué opinión le merece?

– Me parece maravilloso otorgarle ese premio a alguien que quiso ser mujer y luchó para serlo. El premio ha sido ganado porque Marcela nació mujer en el cuerpo de un hombre y porque ella debió luchar mucho. Primero contra ella misma, para saber qué le pasaba, y después contra la sociedad, contra las leyes y las normas para poder ser mujer. Hoy que ya tiene su documento con identidad femenina, lucha para que otras personas no pasen por el padecimiento que ella tuvo que pasar por más de diez años.

– ¿Qué actividad política va a desarrollar luego de finalizar su cargo legislativo?

– Aún no lo he pensado, pero tengo ganas de volver a mi ciudad, a Rosario, y descansar.