El conflicto político desatado por la resistencia del presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Martín Redrado, a abandonar su cargo, podría concluir en manos del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, según establece la Carta Orgánica del BCRA.

Tras negarse a liberar las reservas para el pago de la deuda como lo había solicitado el Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidió la renuncia, lo que fue rechazada por Redrado y la oposición quien se encolumnó detrás del funcionario y criticó al kirchnerismo.

Una vez más, el foco político se centra en el Congreso. Sucede que, como pudo determinar Parlamentario.com, la Carta Orgánica, en su artículo 9º prevé: “Los integrantes del directorio podrán ser removidos de sus cargos, por el Poder Ejecutivo Nacional, por incumplimiento de las disposiciones contenidas en la presente Carta Orgánica o por incurrir en alguna de las inhabilidades previstas en el artículo anterior. La remoción de los miembros del directorio será decretada por el Poder Ejecutivo Nacional cuando mediare mala conducta o incumplimiento de los deberes de funcionario público, debiéndose contar para ello con el previo consejo de una comisión del Honorable Congreso de la Nación”.

Y continúa: “La misma será presidida por el presidente de la Cámara de Senadores e integrada por los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Economía de la misma y por los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de Diputados de la Nación”.

Esto sería un virtual empate, porque las fuerzas están distribuidas de tal manera que los presidentes de las comisiones de Presupuesto son oficialistas y las demás opositoras -el titular de Finanzas en Diputados es Alfonso Prat Gay (CC)-. Por lo tanto, podría suceder que debiera desempatar Julio Cobos, reeditando así la situación de la recordada 125, con lo cual el kirchnerismo estaría en el peor de los mundos.