Varios economistas aseguraron que la reapertura del canje de deuda no implicará lograr menores tasas de interés rápidamente y se considera que el acceso al mercado de capitales seguirá evidenciando un costo elevado para el endeudamiento del país, calculado por encima del 10 por ciento.

Así lo dejaron entrever algunos especialistas, quienes coincidieron en sostener que el Gobierno tendrá que cumplir con otros “deberes” si quiere disminuir el costo del financiamiento, como por ejemplo, solucionar los desvíos fiscales que existen en este momento, como también la normalización del INDEC.

En ese sentido, María Castiglioni Cotter, de C&T Consultores, advirtió que “va a ser difícil que mejoren las condiciones del crédito para la Argentina”.

“Hay muchas cuestiones que se tienen que atender. Las posibilidades para que Argentina se financie en el mercado son muy complicadas”, puntualizó la economista.
Castiglioni puntualizó que en realidad “lo que busca el Gobierno con esta operación, es obtener el monto de alrededor de 1.000 millones de dólares que estaban contemplados en el esquema del canje”, resaltó.

Aseguró que la baja de costo en el regreso al mercado de capitales va a ser muy acotada y añadió que el inversor piensa en un bono de corto plazo.

“Cuando un inversor piensa en algún título de mediano y largo plazo de la Argentina indudablemente tiene una gran incertidumbre”, expresó.

En la misma sintonía, el titular de la consultora Infupa, Manuel Solanet, aseguró que “el canje es un paso hacia delante pero insuficiente”.

“Hay una quita igual o superior al canje de 2005, por lo cual la postura es agresiva. Allí no va a haber entonces una adhesión masiva”, resaltó.

Solanet consideró esencial que el Gobierno apunte a encarrilar la situación fiscal y buscar soluciones para el problema de la inflación, como elementos centrales para mejorar el acceso del país al financiamiento. “Hay que tener en cuenta que si el canje logra un nivel de adhesión del 60 por ciento aproximadamente, hay como 8.000 millones de dólares en bonos que continúan en default”, acotó Solanet.

Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, destacó por su parte el beneficio que obtendrán las empresas argentinas que actualmente no pueden competir con sus pares de otros países porque les resulta complicado financiarse, ya que deben pagar mayores tasas de interés.

Por otro lado, “el Gobierno tendrá mayor capacidad para renovar su deuda y quedará mejor posicionado para hacer frente a un gasto cada vez más elevado”, dijo.
Señaló que en 2010 el gasto de la Nación y las provincias sería un 20% superior. En tanto, los compromisos de la deuda para este año ascienden a 20.000 millones de dólares.

Robert J. Shapiro, codirector de “American Task Force Argentina”, entidad que representa a acreedores en Estados Unidos, dijo esperar que la oferta de canje de deuda resulte atractiva para los bonistas.

Puntualizó que el Gobierno “no ha mostrado en el pasado ninguna inclinación para resolver” la situación de los tenedores de deuda en default. “Ahora les falta dinero y apoyo político, por lo que es posible” que hagan una oferta aceptable.