La reconfiguración de un interbloque de centroizquierda de 22 miembros, ahora con la presencia del GEN y el PS en la Cámara baja, dejó a la oposición sin quórum propio que le permitía amenazar al oficialismo.
Estamos teniendo una proyección nacional, con un gran desarrollo territorial. Somos una fuerza nueva que abre un camino para que la centroizquierda, no hipócrita, pueda expresarse. Tenemos una identidad partidaria que nos une y ratificamos nuestra vocación frentista”. Esa es una de las definiciones de la diputada nacional Margarita Stolbizer a la hora de responder sobre su participación en el armado de este sector en la Cámara baja en el que confluyen 22 legisladores de los más variados orígenes ideológicos y partidarios, y que de acuerdo con lo relatado a Parlamentario treparán a 26 con el ingreso de tres cordobeses y una fueguina.
La decisión de Stolbizer implica un golpe estratégico a la oposición, dado que desde la sesión de diciembre, el sector anti K trepaba a 144 bancas, que hicieron valer a la hora de la repartija de las comisiones.
Pero ahora, con la deserción de los 22 diputados que pasaron a cobijarse bajo el generoso y amplio paraguas de centroizquierda, aunque algunos los califican de demode, el grueso de la oposición se verá en figurilla para iniciar una sesión cuando el tema no sea del agrado de “Pino” Solanas, Stolbizer o Mónica Fein, referentes del flamante espacio político generado.
En rigor el golpe de la jefa de Generación para el Encuentro Nacional (GEN) no es un hecho aislado dado que contó con el apoyo de las huestes del gobernador santafesino Hermes Binner en la Cámara baja, es decir los seis integrantes del bloque que preside Mónica Fein. La presencia de Fein es un certificado de que Binner no fue tomado de sorpresa, sino todo lo contrario, fue uno de los operadores de esta confluencia que de acuerdo con lo informado, es el primer ensayo de cara a las elecciones del año que viene, aunque sin entrar ya en la disputa de las candidaturas.
Una ponderación destacada por uno de los operadores de Stolbizer a Parlamentario, que además remarca que es una continuidad de un trabajo en conjunto del GEN y el PS, y en la misma línea con los referentes de Proyecto Sur.
Hasta ahora el armado político solamente se ha dado en la Cámara baja, aunque confían que en el Senado, el porteño Samuel Cabanchik y la cordobesa Norma Morandini sean de la partida. El socialista Rubén Giustiniani, prefiere seguir profundizando su alianza con la UCR, ya que considera que en su distrito, Santa Fe, sin los boinas blancas les será imposible sostener la gobernación. Es más un estrecho colaborador del senador dijo a Parlamentario a “nosotros Proyecto Sur no nos suma nada, sin embargo los radicales sí”.
En cuanto al papel del verborrágico Luis Juez, pese a que fue uno de los artífices de este singular acuerdo legislativo, pero con sabor electoral, será de monitoreo, de acuerdo con lo pronunciado por un “margarito” en la sede del Instituto del GEN, donde se cerró el acuerdo.
La mayoría de los integrantes del flamante Interbloque, más sus referentes institucionales y políticos compartirán en Mar del Plata el 14 y 15 de este mes el congreso nacional del GEN.
Sin duda alguna la conformación de este espacio político los habilita para inclinar el tablero electrónico a favor o en contra de una ley, impulsada por el oficialismo o el arco opositor. Son los jueces de la Cámara de Diputados.
22 es la suma que dejó a las huestes de Agustín Rossi, Oscar Aguad, Federico Pinedo, Felipe Solá y Elisa Carrió, entre otros, sujetos a su lupa ideológica para sentarse en sus bancas, con lo cual al término de Labor Parlamentaria ellos deciden si boicotean la sesión por el temario acordado o participan de la misma.
Un escenario impensado después del 28-J por cuanto diputados y senadores del conglomerado arco opositor imaginaban una unidad para emboscar al bloque del Frente para la Victoria en los recintos y en las comisiones, pero que tiende a diluirse en ambas cámaras.
Con este cuadro de situación se complica aún más el andamiaje legislativo, que si hasta ahora estaba trabado, se complicará mucho más todavía. Tanto Rossi como los jefes de bloques de la UCR, el PRO, la CC y el Peronismo disidente tendrán que negociar si o sí con el Interbloque de centro izquierda. No les queda otro camino que recurrir a esas voluntades.
En la Cámara alta Carlos Menem le escupió el asado a la oposición y en diputados estos 22 legisladores -prometen o sueñan llegar a 25 o 26- convirtiéndose en árbitros de cada jugada legislativa. Varios de sus integrantes aseguraron a Parlamentario que “no somos iguales, ni parecidos a los integrantes del bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario” que comanda Martín Sabbatella, “ellos juegan con el Gobierno, nosotros vamos a parar la pelota, donde más nos conviene”, dijo nuestro interlocutor sin ponerse colorado.
Un capitulo aparte es la de los socialistas: con Sabbatella militan Jorge Rivas y Ariel Basteiro, dos cooptados por el proyecto nacional y popular K y que les permitió jurar como diputados, mientras otros dirigentes y familiares afines a ellos, dicen que dicen que gozan de generosos sueldos en puestos del Gobierno nacional. Esto no significa reducir a una cuestión pragmática su adhesión, sino simplemente incorporar datos que circulan por los pasillos del Congreso.
Libres
“Vamos a tener a partir de ahora un perfil autónomo”, recalcan los integrantes del nuevo conglomerado de centro izquierda a la hora de precisar el rol que jugarán a partir de ahora en la Cámara baja, y enfatizan que lo de autonomía tiene como destinatarios a los jefes de los bloques de la UCR, el PRO y las dos variantes del peronismo disidente.
Es que están persuadidos que las fuerzas de centro izquierda jugaban como furgón de cola a la hora de fundamentar sobre la necesidad de alejarse de un trabajo en común con quienes ellos denominan “la derecha conservadora”, y otros calificativos de esa índole cuando se producen las rupturas.
Claro que construir un trabajo unitario con los 22 será más que arduo, entonces lo que se acordó es priorizar una serie de leyes que sean del agrado de todos ellos, como puede ser el acceso a la información pública, la defensa del medio ambiente, la celeridad en los juicios a los represores de la dictadura militar, un nuevo INDEC, y un largo etcétera, lo más flexible posible. Y lógicamente sin censura, para quienes tengan en mira presentar leyes con otras temáticas o regionales, sin olvidarse de bregar por una presencia activa del Estado.
Lo miran por TV
La ronda de consultas de Parlamentario en la Legislatura bonaerense deja la certeza que lo que sucede en el Congreso de la Nación, tiene un incidencia mínima, por no decir nula. Es que gracias al mensaje de las urnas y de alianzas electorales pasajeras el GEN tiene una presencia insoslayable en los recintos: siete senadores bajo la batuta de Luis Malagamba y nueve diputados presididos por el bahiense Jaime Linares.
En la mayoría de ellos el ADN depara su impronta radical y que por una amplia gama de razones pegaron el portazo seducidos por el GEN de Stolbizer, y que varios de ellos han compartido más de un discreto encuentro con el diputado nacional Ricardo Alfonsín, lo que alimentan las versiones en el sentido de que pueden regresar a las filas que los parió políticamente.
En ese sentido las fuentes aportan un dato más que importante a la hora de bucear en las conductas futuras, con ejemplo más que didáctico: los que tienen poder territorial no ven con buenos ojos “los coqueteos mediáticos” de Margarita Stolbizer. Por las dudas, el hombre de Azul, Omar Duclós ya se sacó una foto, en su ciudad con Ricardo Alfonsín, y que no cesan los rumores que el actual senador Mariano Grau estaría por incorporarse a la bancada de la UCR.
Los relatos de que pasa puertas adentro del GEN también da cuenta que Jaime Linares de fuerte prédica en el sur de la provincia, no estaría muy convencido de las alianzas “porteñas” tejida por la titular del partido.
En tanto en el resto de los distritos, donde los siete bloques cuentan con legisladores y militancia se conjetura que finalmente bendecirán lo decidido lejos de ellos, en un acuerdo legislativo, pero que tiene como telón de fondo las elecciones presidenciales del año que viene.
Por lo pronto ninguna de las fuerzas y partidos que dan vida a este Interbloque pierden su individualidad para que sea factible seguir juntos en una laboratorio electoral que por lo pronto les da margen de autonomía en el Congreso, y a extramuros es un misterio a develar cuando se aproximen las fechas de las definiciones reales y no la de los deseos de algún día ser inquilinos de Balcarce 50 y de la Quinta presidencial de Olivos.
