“Admiro la pasión que ponés, fundada en un enorme profesionalismo, y esa es una combinación indestructible. Cuando alguien pone todo de sí para que su obra salga bien y luego la lleva adelante con pasión y amor se logran todos esos éxitos”, puntualizó el jefe comunal a la hora de homeanjear a la cantante y actriz.

El jefe de Gobierno encabezó la ceremonia en el Salón Dorado de la Legislatura porteña, a la que asistieron el vicepresidente primero del cuerpo parlamentario, Oscar Moscariello; la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, y el diputado Álvaro González, autor del proyecto de ley que distingue Lynch.

Macri abrió su alocución con una humorada: “No quiero hablarle a Valeria de jefe de Gobierno a ciudadana, ni de hombre a mujer. Yo le quiero hablar de cantante a cantante”, frase que despertó un sonado festejo de la actriz y de quienes participaban del acto.

Valeria Lynch, a su vez, le entregó al Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad diez becas para que chicos que concurren a Centros de Primera Infancia asistan a su Instituto Musical.

La intérprete, que en cuatro décadas de actuación paseó su arte por América, Europa y Asia, ofrecerá desde el próximo sábado un nuevo show en el Teatro Gran Rex para presentar su nuevo disco.

Nacida el 7 de enero de 1952 en el barrio de Villa Urquiza, Valeria Lynch debutó en 1969 en el programa televisivo La Botica Del Ángel, de Eduardo Bergara Leumann, interpretando Cuando Un Amigo Se Va.

Pero dio un salto cualitativo cuando de la mano del productor Alejandro Romay participó en la adaptación argentina del musical Hair, realizada en el Teatro Argentino en 1971.

En 1977 editó su primer álbum, llamado Valeria Lynch y a partir de la década siguiente comenzaron sus éxitos internacionales, al iniciar una gira por Latinoamérica.

Tras presentarse en el mítico Carnegie Hall de Nueva York con localidades agotadas durante dos noches, el New York Times la elige como “Una de las cinco mejores voces del mundo”.