Radicales divididos

La línea interna que lidera el diputado nacional y pre candidato a presidente por la UCR Ricardo Alfonsín derrotó a Julio Cobos en la pulseada por las conducciones de los bloques: Gerardo Morales sigue en el Senado y Ricardo Gil Lavedra en la Cámara baja.

Es la dinámica del partido”, fue la mínima respuesta que dio el senador Ernesto Sanz cuando Parlamentario le preguntó sobre las razones de la división radical. Todo un formalismo, porque a simple vista y al conjunto del radicalismo, la lucha por presidir la boleta partidaria y del Acuerdo Cívico y Social será descarnada y no habrá tregua a lo largo y ancho del país.

Es que el intento de golpe contra el jujeño Gerardo Morales para eyectarlo del cargo de presidente de la bancada por parte de los senadores que responden a Julio Cleto Cobos, no alcanzó la cifra necesaria para ese objetivo que alteró los nervios de sus integrantes y que produjo una serie de intrigas y especulaciones sobre la conducta de cada uno de sus integrantes que se vieron obligados a blanquear públicamente su alineamiento con Ricardo Alfonsín o con Cobos, ya que no había lugar para los grises que en más de una oportunidad permiten eludir las definiciones.

“Vamos a funcionar como una especie de sub-bloque”, anticipó el senador correntino Nito Artaza, al anunciar que dejaban de participar de las reuniones del bloque al no conseguir las rúbricas prometidas para bajar a Morales. Una movida que incluía que los bloques del Frente Cívico y Social y el unipersonal de Corrientes dejaran de existir, para integrarse al bloque de la UCR. “Que primero anuncien que esos bloques desaparecen, y después vamos a considerar su integración a la bancada”, fue la estrategia de Morales y compañía, lo que no fue concedido y hoy en día ambos siguen funcionando como tales, como puede constatarse en el sitio web del Senado.

Esa especie de subloque quedó integrado por Artaza, Laura Montero, Emilio Rached, Pablo Verani y Ramón Mestre, más los catamarqueños Oscar Castillo, María Monllau y el correntino Jose María Roldán. Quien sonaba para encabezar la dirección del bloque era Castillo, quien fue cuestionado -entre otros argumentos- por oscilar en su posición contra el Gobierno, como lo demostró al borrarse de la votación del 82 por ciento móvil.

Del lado de Morales, como era previsible, se alinearon Ernesto Sanz, José Cano, Alfredo Martínez, Roy Nikisch, Arturo Vera, Luis Naidenoff, Juan Carlos Marino y Mario Cimadevilla, un número suficiente para no ceder en la embestida del “cobismo” que hizo agua, como se regodearon a la hora de los festejos en la intimidad. Y en cuanto a cómo seguirá la historia, todos los consultados por Parlamentario admitieron que el bloque quedó roto, pero nadie sacará los pies del plato.

En ese sentido dijeron que las diferencias políticas condicionadas por las candidaturas presidenciales no van a traducirse en rupturas del bloque, sino que van a seguir funcionando juntos en lo legislativo. “Sería la peor señal que el bloque se rompa”, dijo uno de ellos, sintetizando las broncas que quedan puertas adentro.

Montero manifestó que el cuestionamiento a Morales es por “su estilo personal, de poca búsqueda de consensos dentro del mismo bloque, pese al trabajo que vienen haciendo los senadores, que se sienten al margen de los temas que hay que tratar”, y que el resultado del balance de fin de año es “pobre” y que “tendría que hacer alguna reflexión al respecto, alguna autocrítica”.

Montero aseguro que “se les está pidiendo que deje actuar de manera personal”, y se lamentó porque “este año nosotros teníamos un año que legislativamente era clave, yo siempre decía que hay que desandar un campo minado y sobre todo cuando se quiere ser gobierno en 2011”.

Panorama en Diputados

En la Cámara baja quedó confirmada la asunción de Ricardo Gil Lavedra en la conducción del bloque de diputados nacionales, en reemplazo del cordobés Oscar Aguad, quien pasa a ocupar a partir del 10 de diciembre el lugar de Ricardo Alfonsín en la vicepresidencia de la Cámara, tal lo acordado el año pasado y que Aguad se resistía a cumplir, con el argumento de que el enroque no estaba planteado así. Pero al final, su resistencia se diluyó porque la mayoría del bloque aceptaba que Gil Lavedra sea el nuevo jefe.

Un nuevo escenario que se reflejó en los puestos estratégicos de la mesa de conducción: el alfonsinismo se quedó con la secretaría general, para el entrerriano Gustavo Cusinato y la Secretaría de Coordinación, para el bonaerense Juan Pedro Tunessi. En cambio, el cobismo logró retener la Secretaría Parlamentaria para la porteña Silvana Giudici, la vicepresidencia de la Cámara y en el Consejo de la Magistratura para Aguad. Un cuadro de situación cuya primera deducción es que Alfonsín derrotó a Cobos, como todos admiten tanto en el Senado como en Diputados.

Precisamente en esté ámbito, los 43 varones y mujeres del bloque de la UCR que va a liderar el porteño Ricardo Gil Lavedra se están reacomondando a la nueva jefatura, pero en principio no se van a producir cambios, por lo menos en los cargos ya establecidos en las comisiones en que la UCR tiene el deber de conducir. Lo único que en principio tiene que resolver es la búsqueda de reemplazantes en las comisiones en las que trabaja Gil Lavedra, en particular en la presidencia de la Comisión de Justicia, como se refleja en otra página de esta edición.

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