“Con ardides administrativos, el oficialismo obstaculiza la interpelación a (Nilda) Garré”, habían disparado los diputados opositores Rubén Lanceta y Paula Bertol. En realidad, el proyecto fue girado a cuatro comisiones y la cabecera es Seguridad Interior.
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, giró el proyecto que prevé la interpelación a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para que explique el accionar de la Policía Federal respecto al bloque a Clarín por una protesta sindical. La polémica se basa en las comisiones a la cual fue girada la iniciativa.
La interpelación recayó en la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara baja, que es presidida por la diputada de la Coalición Cívica, Griselda Baldata, y no como se había anunciado en un primer momento, que había quedado en manos del diputado oficialista Héctor Recalde. Así, el asesor legal de la CGT no será quien defina la estrategia parlamentaria del tratamiento del proyecto de interpelación a Garré, ya que la Comisión de Trabajo no es la cabecera.
Por su parte, dos de las comisiones que han realizado la convocatoria que Garré definió como un “show”, son las mismas. Ellas son presididas por la oposición: Silvana Giudici (Comisión de Libertad de Expresión-UCR)y Graciela Camaño (Comisión de Asuntos Constitucionales – Peronismo). A diferencia de la oposición, Fellner incluyó a la Comisión de Seguridad Interior, presidida por Baldata.
“El oficialismo obstaculiza la interpelación a la Ministro Garré girando a varias comisiones el proyecto de interpelación presentado el lunes”, habían disparado el diputado radical Rubén Lanceta y la diputada del PRO, Paula Bertol.
“Si (Héctor) Recalde no concurrió al recinto para votar la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias que beneficiaba a millones de trabajadores; menos lo hará para tratar la interpelación de Garré”, sentenciaron los legisladores opositores.
Cabe resaltar que esas acusaciones a Recalde fueron rectificadas porque la Comisión de Trabajo no es la cabecera aunque fue incluida en el debate, lo que significa que el oficialismo insistirá en el conflicto sindical.