El ministro de Defensa descartó de plano la implementación de una norma como la que se promueve en el Congreso a través de numerosos proyectos, y la tildó de “ley mediática”.
En momentos en que en el Congreso aumentan las voces reclamando la implementación de un plan de radarización para cuidar las fronteras argentinas y, paralelamente, debatir una ley de derribos, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, rechazó de plano esa alternativa.
El funcionario consideró que la ley de derribos “es una ley mediática”, propuesta “nada más que para ocupar espacios”, y la comparó con argumentos como los que dicen que “la delincuencia se va a combatir a partir de por ejemplo levantar las penas del delito de robo”.
En declaraciones a radio Continental, aseguró que “para presentar una ley de derribo hay que leer muy bien la Constitución”, exponiendo en contra de su implementación “los tratados internacionales que la Argentina tiene firmados, como la Convención Interamericana de Derechos Humanos, el Convenio de Aviación Civil Internacional”.
“No sirve de nada, porque es muy complejo; se trata de hacer un juicio sumario, porque no es lo mismo que interceptar un barco o un automóvil, (a los que) usted los puede parar sin que corran riesgo los ocupantes, sobre todo para salvar la vida de personas inocentes”.
La ley de derribo es impulsada como contraparte de un plan de radarización, para implementar el segundo paso para la detección de aeronaves. Pero Puricelli sugirió imaginar “un avión cargado de droga en donde el piloto (del avión interceptor) divisa que lleva dos criaturas de seis años, y el avión no responde, lo intimida, se hace todo el procedimiento, ¿qué decisión toma?”.
En definitiva, el ministro de Defensa sostuvo que el proyecto “no suma nada para esto”, y recomendó trabajar “en radares, en profundización de los sistemas de interrelación entre Defensa y Seguridad”.
