La titular del bloque de senadores del oficialismo, Cristina Fioramonti, salió al cruce de las críticas sciolistas que hacen foco en el gobierno nacional, al asegurar que “no corresponde” poner a la Casa Rosada como responsable de la imposibilidad de Scioli de pagar sueldos y aguinaldo a los trabajadores públicos de la Provincia.

“La verdad es que esto de poner al gobierno nacional; a la Presidenta, como responsable por la imposibilidad que tiene el gobierno de una Provincia de hacer frente al pago del aguinaldo, no corresponde”, sostuvo Fioramonti.

La legisladora que es, además, esposa de Carlos Kunkel, aclaró, no obstante, que “esto no significa que el gobierno nacional no pueda acudir en ayuda en una emergencia como esta, de hecho lo está haciendo”, pero –dijo- “no corresponde” responsabilizara a la Presidenta por esta situación.

“Esto se tiene que repensar, el gobierno nacional no puede responder a lo que pasa en una sola Provincia”, afirmó Fioramontti.

Lejos de bajar los decibeles, la titular del bloque oficialista dijo que “me parece que lo que pasa en la Provincia, se lo tendríamos que preguntar al gobernador”, y tras quejarse porque “nosotros no somos comunicados” de esa situación, recordó que el propio Scioli “siempre se hace cargo de las cosas; no como el muchacho este de la Ciudad” por Mauricio Macri.

“Algunos quieren operar contra la Presidenta para que envíe dinero a la Provincia pero no corresponde”, sostuvo la legisladora bonaerense.

Además, recordó que aún Scioli no respondió un proyecto sensible que erosionó la relación con Gabriel Mariotto, como el que busca escarbar los gastos en materia de publicidad.

“Es bastante significativo el agravio que sintieron muchos colaboradores cuando la oposición pidió informes sobre el gasto de dinero en publicidad. Se sintieron agraviados, esto nos produjo sorpresa, tal vez tendríamos que ver dónde va la publicidad”, explicó Fioramonti. La frase, pronunciada a renglón seguido de aquella que denuncia una “operación” mediática contra la Presidenta por parte del sciolismo, reflota la sospecha kirchnerista de un acuerdo no escrito entre el Ejecutivo provincial y el Grupo Clarín.