En el marco de una ceremonia de homenaje a Antonio “El Gaucho” Rivero, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, defendió este viernes en un acto en la Casa de gobierno la militancia de La Cámpora y el Vatayón Militante en escuelas y cárceles, concluyendo con un contundente: “Déjenlos tranquilos”.

Varios legisladores salieron a responderle. Fue el caso de la diputada nacional de la ciudad de Buenos Aires Patricia Bullrich, quien replicó que “Cristina Fernández de Kirchner debe dejar tranquilo a los chicos, para que puedan estudiar en un ambiente de pluralidad y democracia y no bajo el influjo del proselitismo kirchnerista. Lo deben de hacer con los docentes, no con La Cámpora”.

“Así también debe hacer lo mismo con la sociedad, para que los ciudadanos no se angustien, ni tengan miedo de salir de sus casas y encontrarse con criminales que deberían estar en las cárceles”, indico la diputada, concluyendo que “Cristina Fernández de Kirchner, como su jefa política, debe pedirle a La Cámpora, que se retire de las escuelas y al Vatayón Militante que salga de las cárceles”.

Para el diputado del Frente Peronista Eduardo Amadeo, en tanto, “la presidenta interpreta la realidad como más le conviene”.

“Por la obsesión de ser dueña exclusiva de la verdad, la presidente promueve una educación absolutista y sin opciones”, sostuvo el diputado, para agregar luego que “los estudiantes tienen que buscar su propia verdad, no ser formados con una visión única como ella propone”.

Para Amadeo, “la militancia juvenil no puede ser justificación para sacar a pasear asesinos, ni para invadir el campo educativo, ni para sostener un sistema injusto en el que el 50% de los jóvenes no termina la secundaria”.

“¿De qué sirven militantes sin posibilidades de conseguir un trabajo porque no han terminado la escuela?”, se cuestionó y finalizó asegurando que “nadie cuestiona la militancia juvenil como componente central de la democracia, pero es necesario que se mantenga dentro del marco legal y que se garantice la calidad educativa”,

“Otra vez la señora presidenta elige la lógica de amigos y enemigos, para hacer confrontar, esta vez, a viejos contra jóvenes”, dijo por su lado Francisco de Narváez, quien advirtió que “lo que los argentinos quieren es un país normal”.

De Narváez agregó que “un país normal donde las escuelas se utilicen para enseñar y aprender y no para hacer política”, y remarcó que “un país normal donde las cárceles sean para que los delincuentes cumplan sus condenas y no para que salgan a tocar el tambor en actos kirchneristas”.