Evidentemente no la pasó bien Silvia Sapag durante su paso por la Cámara alta, a principios de la década pasada. Y así lo relató en su paso por el Tribunal Oral donde se desarrolla el juicio por los supuestos sobornos del Senado.

Silvia Sapag cargó especialmente contra el exsenador formoseño Ricardo Branda, uno de los que hoy están sentados en el banquillo.

Del exsenador, que también fuera director del BCRA hasta que por este escándalo fue desplazado, dijo que “dirigía la batuta y en una oportunidad me puso los genitales a la altura de mi cara, y se los agarró mientras el resto se reía”.

Ocurrió luego de que ella denunciara a otros dos miembros del cuerpo por ofrecerle dinero para votar una ley favorable a la petrolera Repsol-YPF.

Según relataron testigos, al terminar la audiencia ambos se encontraron y Branda le dijo no recordar haber hecho algo semejante. “Si no, te pido disculpas”, dijo, a lo que la neuquina respondió: “Si no te acordás es porque debía ser una práctica habitual tuya”.

Sapag criticó a sus excompañeros del Senado, Cuerpo de entonces al que definió como “absolutamente machista”.

“Era la única mujer que había y era motivo de burlas, de discriminación, de agresiones”, comentó.

Contó que le decían procacidades todo el tiempo, que era liviana, y todo por mi denuncia, porque se suponía que yo, que integro una familia de senadores y políticos, debía estar familiarizada con esos procedimientos”.

“A mí me ofrecieron mucho dinero” para que votara a favor de la Ley de Hidrocarburos, relató Silvia Sapag, quien acusó al exsenador Emilio Cantarero, quien fue a su despacho y le dijo que “los españoles iba a poner mucha plata para sancionar esa ley” que les permitiría sacar mayores regalías.

Respecto de las coimas por la Reforma Laboral, no aportó demasiado. Más bien lo suyo fue una descripción del clima que se vivía por esos días en el Senado.