El presidente del bloque de diputados nacionales de la Unión Cívica Radical, Ricardo Gil Lavedra, sostuvo que la empresa de telecomunicaciones AR-SAT, propiedad del Estado nacional, “ha invertido miles de millones de pesos en los últimos años para programas vinculados a la extensión de las comunicaciones en la Argentina sin que exista el debido control y rendición de cuentas que corresponden para montos tan elevados, y para una misión tan importante como es el asegurar que todos los argentinos puedan acceder a la sociedad de la información”.

Al respecto, Gil Lavedra presentó el 30 de agosto pasado un pedido de informes, que fue acompañado por legisladores de diverso signo político, acerca del plan Argentina Conectada, lanzado por el gobierno nacional en 2010 y puesto a cargo de AR-SAT, y que tiene como objetivo la conexión de todo el territorio nacional mediante una red de fibra óptica.

“En dicho proyecto denuncié la absoluta falta de transparencia del gobierno nacional en la implementación de este plan, del que a dos años de haber sido anunciado no se conoce ni siquiera su presupuesto total, su plan de obras completo o las empresas contratadas para realizar las obras (muchas de ellas mediante contrataciones directas sin licitación, como admitió el propio ministro De Vido). Una de estas empresas ha sido la holandesa Boskalis, tristemente célebre por estar acusada de haber sobornado a funcionarios argentinos para que se renueve su concesión para el dragado del canal Martín García”, dijo.

Agregó que “la falta absoluta de control de los fondos asignados a proyectos de AR-SAT es también flagrante en el plan de Televisión Digital Abierta (TDA), programa lanzado con gran entusiasmo por el gobierno nacional en 2010 pero que en vez de democratizar el acceso a los medios, como se había anunciado, se ha convertido en un aparato de propaganda oficialista a cargo del Estado. El 17 de octubre pasado solicité al Jefe de Gabinete información sobre el presupuesto de la TDA, así como el número real de usuarios que se benefician de los miles de millones de pesos invertidos hasta la fecha en este plan”.

“Es lamentable que una empresa estatal como AR-SAT, que fue creada originalmente para ejecutar la política nacional en materia de comunicación satelital, sea utilizada para gastar miles de millones de pesos en proyectos caracterizados por la opacidad, la ausencia total de control y la obsesión del gobierno por construir una red de medios adicta”, concluyó Gil Lavedra.