El diputado nacional Manuel Garrido manifestó que las medidas de blanqueo de capitales anunciadas por el gobierno nacional constituyen “un mecanismo que favorece a grandes lavadores porque quienes tengan pequeñas y medianas cantidades no las van a cambiar por papeles”.

“Los que hoy tienen causas por lavado son sólo los que llegaron a ser detectados, sabemos que no es ni siquiera un porcentaje importante de la totalidad. Con estas medidas la gran mayoría de los lavadores de dinero podrán quedar impunes”, dijo el diputado, que advirtió que “la única forma de evitar que esto sea una forma de amparar a los que cometen delitos internacionales y a los delincuentes vinculados al gobierno, como Lázaro Báez o funcionarios públicos que tengan ingresos no declarados, es que la lista de los que adhieren sea pública con nombres y montos a blanquear”.

Añadió Garrido que “es una iniciativa que contradice totalmente las recomendaciones para combatir el lavado de dinero, en particular las del GAFI y exponen al país a sanciones internacionales”, y puntualizó que “tal como fue presentada la propuesta, se fomentan especulaciones de los fondos buitres que van a pagar los bonos por debajo de su valor nominal y luego van a exigirle el pago al próximo gobierno, dado que los bonos vencen en 2016”.

“Por otra parte, el proyecto es una burla a todos los contribuyentes honestos que pagan los impuestos y cumplen con las leyes”, concluyó Garrido.

A su vez, el tucumano Luis Sacca sostuvo que “la economía se basa en la articulación de decisiones de millones de personas que interactúan en los distintos mercados, desde comprar un kilo de pan hasta la acción de una compañía multinacional. En cada uno de ellos, pero sobre todo en los mercados financieros y de inversiones, es fundamental la confianza. El problema de los últimos años es que el gobierno perdió la confianza de la ciudadanía en el manejo de la economía y esto se traslada al valor del peso y su consecuente depreciación de hecho con respecto al dólar, reflejado en el blue que casi duplica a la cotización oficial”.

El parlamentario graficó esta definición señalando que “cuando la gente empezó a ver signos concretos de que el modelo económico hacía agua por la negativa de la inflación, la desinversión energética, la paralización del mercado inmobiliario, empezó a correr al dólar. Allí el Gobierno impuso el cepo cambiario. No obstante, desde su aplicación las reservas del Banco Central siguieron cayendo hasta perder nada menos que US$ 8000 millones. Como triste final de este relato pseudo nacionalista de pesificar la economía, el Gobierno quiere ahora tentar a los argentinos que tienen unos US$ 160.000 millones en el exterior, o en una caja de seguridad o bajo el colchón y que antes eran enemigos de la Patria, rogándoles que ingresen sus ahorros a la economía formal a cambio de un papelito”.

“Este blanqueo no resuelve el problema de fondo que hoy tiene la Argentina: la pérdida de competitividad por el atraso cambiario ni el problema del dólar paralelo ni la inflación que ayer les mintió en la cara a todos los argentinos ratificando el indice del INDEC. Lo único que resolvería, es recuperar un poco de reservas pérdidas por la fuga de capitales si es que alguien se anima a los bonos. Es una clásica del gobierno: el fin justifica los medios para no dar el brazo a torcer”, finalizó.