Hemos recibido con aflicción la noticia que delegaciones de intendentes del litoral uruguayo y argentino se reunieron con representantes de la Cancillería Argentina para solicitar se agilice la obra del dragado del río Uruguay. De la parte Argentina, la reunión fue promovida por los intendentes de las ciudades de Concepción del Uruguay, Concordia y Colón.

Y es en este hecho en el que quiero detenerme un minuto a reflexionar, como vecino de la costa del Uruguay, como entrerriano y como argentino, porque hace dos meses nuestro país tomó la dolorosa decisión de volver al Tribunal Internacional de la Haya a cuestionar el accionar del gobierno del Uruguay; porque hace de dos meses volvimos a ratificar como causa nacional la defensa de nuestro río Uruguay, un recurso natural vital que está siendo seriamente lastimado por las maniobras desaprensivas de una industria y un gobierno que están incumpliendo sus acuerdos.

Fue nuestro gobernador Sergio Urribarri, junto al canciller Héctor Timerman, quien se puso al frente de ese anuncio, ante la magnitud del perjuicio ambiental revelado por los informes conocidos.

Es atendible el interés de los intendentes por el desarrollo de sus ciudades, pero creo que insistir con este proyecto de dragado no sólo debilita la postura del gobierno argentino de la defensa del río, sino que además hace mella en un valor básico que debiera amalgamarnos como vecinos de una misma costa y de una misma provincia: la solidaridad de tirar para el mismo lado, la fidelidad de velar por los mismos intereses, especialmente en situaciones críticas como las que atravesamos.

El comunicado hace referencia a que “ambos países no pueden enfrentarse más por el tema UPM, porque estamos condenando el río Uruguay a que no acepte ni un solo proyecto de desarrollo”. En este sentido, debo recordar que el río Uruguay –y las ciudades costeras- ya están condenadas por un “proyecto de desarrollo” que está siendo cuestionado, no sólo socialmente, sino por la evidencia aportada por los informes científicos de público conocimiento.

Todos queremos el crecimiento de Entre Ríos y de nuestra región, fortalecer el trabajo y la producción en cada una de las ciudades entrerrianas, pero no a costa de poner en riesgo nuestros recursos naturales ni la salud de la población de estas mismas comunidades que pretendemos desarrollar.

En este sentido, junto con el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, solicitamos una audiencia en Cancillería para exponer nuestra postura respecto de este tema. Confiamos en que los compañeros intendentes comprendan el momento difícil que Gualeguaychú está viviendo y decidan seguir junto a nosotros, luchando de la mano del gobierno nacional y provincial con firmeza y con coherencia para defender nuestros recursos naturales.