Por Carolina Ramos

Una historia más que interesante es la que envuelve a las esculturas de Lola Mora, la artista que marcó una época en nuestro país. Una mujer controvertida y apasionada que logró que sus obras hablaran por ella. La ambigüedad de su nacimiento, su relación con el poder y una cuestionada vida amorosa, son sólo algunos de los mitos que rodean a la escultora norteña y hoy conforman la memoria histórica del arte nacional.

El Congreso de la Nación también fue parte de un capítulo en la historia de Lola Mora. Lo fue desde 1907, cuando dos grupos escultóricos de la artista fueron instalados en la explanada, a ambos lados de las escalinatas. Pocos años duraron allí: la sociedad patriarcal de aquel entonces desaprobó aquellos desnudos y fue así como las esculturas, por gestión del senador jujeño Carlos Zabala, fueron trasladadas a la provincia norteña, dejándole al Palacio Legislativo un aspecto “mutilado”.

Pero hoy, a más de cien años de aquel suceso, dos réplicas exactas de “La paz, la justicia y el trabajo” y “La libertad, el progreso y los leones” lucen ahora radiantes en la fachada del edificio, de cara a la Plaza de los Dos Congresos.

Las obras fueron colocadas como parte del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE), un convenio suscrito con el Ministerio de Planificación para la restauración y la modernización del Palacio Legislativo con motivo de los 30 años de democracia.

Una vez finalizado el discurso inaugural de sesiones ordinarias, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kichner, descubrió las estatuas, en un gesto de “desagravio” a la artista. La instalación de las réplicas fue posible gracias a un acuerdo firmado por ambas cámaras con el Gobierno de la provincia de Jujuy y la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.

“Durante muchísimos años nuestro país vivió en el oscurantismo respecto a nuestras raíces y este es un claro ejemplo del cambio de paradigma propuesto por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de preservar nuestros bienes culturales”, destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

Puesta en valor

Mucho antes de encarado el PRIE, en el año 2003, la senadora Liliana Fellner (FpV-Jujuy) presentó el proyecto de ley que luego fue contemplado en el convenio. El texto ordenaba la creación de dos copias de las esculturas de Lola Mora, una para colocar en el Congreso y otra para la provincia de Jujuy. La legisladora pretendía preservar las originales dentro de un museo, ya que “al estar al aire libre se va afectando el mármol de Carrara”.

El proyecto tuvo varias idas y vueltas. En diálogo con Semanario Parlamentario, Fellner comentó que “todos los presidentes de bloque” apoyaron en su momento la iniciativa, que incluso fue aprobada por la Cámara de Diputados, pero cuando llegó al Senado, durante el mandato de Daniel Scioli, “no pudo avanzar”. Curiosamente, el proyecto había sido girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales, que presidía una joven Cristina Fernández de Kirchner. Según la senadora, años después, el entonces vicepresidente Julio Cobos “nunca entendió bien” la propuesta, de modo que su avance fue frustrado.

Para ese entonces, la disputa estuvo centrada en otro proyecto, del senador Samuel Cabanchik (MC), para colocar en la explanada del Congreso la famosa escultura “El pensador”, de Auguste Rodin, que hoy luce descuidada en la Plaza de los Dos Congresos. Esa propuesta contaba con el aval de Cobos y del mismo jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, pero según Fellner “no tenía fundamentos”. “La discusión era si se podía poner en el Congreso algo que nunca estuvo allí, o recuperar la memoria” con las obras de Lola Mora, explicó la senadora a este medio.

Fue así como la idea de volver a colocar las esculturas de la artista volvió a cobrar impulso, y tiempo después fue contemplada en el PRIE. Aunque en realidad, para cumplimentar el proyecto original de Fellner, sólo falta que lleguen las otras copias a la provincia de Jujuy, para poder resguardar las originales en un museo futuro. “Las obras tienen un valor inmenso, porque hablan de la historia del Congreso”, expresa la senadora, vocal de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos. A su vez, recuerda que “Lola Mora fue la primera escultora con fama internacional”, y destaca que “después de cien años, estamos dando vuelta la historia” con el regreso de sus obras al Parlamento. “Significa recuperar la memoria de ella y el respeto al arte”, resume la jujeña.

Cómo fue el proceso

Las esculturas originales están emplazadas actualmente en la provincia de Jujuy: dos se encuentran alrededor de dos plazas, mientras que otras cuatro se hallan en la Casa de Gobierno. La única posibilidad de volver a verlas en la explanada del Palacio Legislativo era realizar calcos exactos. Y eso fue lo que se hizo, con tecnología de avanzada.

Para crear las réplicas se utilizaron diversas técnicas, como el escaneo en tres dimensiones, que estuvo a cargo de Fabrinco. Semanario Parlamentario dialogó con dos de los máximos representantes de la empresa, Iván y Luis Gorodner, sobre cómo fue el proceso de reproducción.

Los originales fueron escaneados con tecnología no invasiva de última generación, un método que permite preservar las obras de arte porque no se las toca, ya que se emplea un sistema de iluminación y refracción de rayo láser. Según supo este medio, los copiados tradicionales hoy ya no se ejecutan.

“A partir de ese escaneo se diseñaron los moldes, en partes, como si fuera el negativo de la estatua”, explicó Iván. Esos moldes fueron posibles gracias a un procesamiento digital de los escaneados -para corregir los daños que existían en las esculturas- y el recorte digital de cada una de las figuras tridimensionales. Luego fueron rellenados con cemento y distintas moliendas de mármol nacional para el armado final de las figuras, que posteriormente fueron ensambladas en los dos grupos escultóricos. El último paso fue manual, con el pulido y cincelado de los detalles y “ajustes de sensibilidad óptica”.

Luis Gorodner indicó que el objetivo del proceso fue “recuperar el valor patrimonial de las instalaciones”. Según el diseñador, había un acuerdo por el cual “las esculturas originales no se podían tocar”, y por eso se procedió a la reproducción. La obra total demandó 10 meses y ocupó a un equipo de trabajo de más de 20 especialistas. El resultado: “una réplica exacta a las condiciones de degradación que tienen hoy las esculturas de mármol de Carrara”, apuntó Gorodner.

Para el representante de Fabrinco, “la eliminación de las esculturas fue un agravio a la condición de artista y de mujer de Lola Mora”. “El edificio fue mutilado salvajemente”, consideró. Por último, destacó el hecho de “poder participar y ser brazo ejecutor de un esfuerzo de 10 años para dignificar un bien patrimonial, aunque sea una réplica”.

Motivos políticos

“Se dice que las obras de Lola Mora fueron retiradas del Congreso porque había una sociedad porteña que consideraba que esos desnudos eran audaces y que mostraban demasiado, pero si eso fuese así no podrían haber ido a la provincia de Jujuy, donde la sociedad es mucho más cerrada”, analiza Liliana Fellner. La senadora no duda en sostener que hubo “motivos políticos” detrás del traslado: “La atacaban porque era una mujer. El mismo nombre de Lola Mora creaba muchas controversias”, recuerda, y agrega que “aprovecharon eso desde el punto de vista político”.

Por el regreso de los constituyentes

Sólo faltaría un paso para que la memoria de Lola Mora “esté cubierta”, sostiene Liliana Fellner: el retorno a su emplazamiento original, en el Salón Azul del Senado, de las estatuas de los presidentes de las primeras asambleas constituyentes argentinas (Carlos de Alvear, Francisco de Laprida, Facundo Zuviría y Mariano Fragueiro). Esas obras fueron retiradas de allí para la misma época que los dos grupos escultóricos de la explanada principal. A pesar de que el legislador Carlos Zabala también las había pedido para Jujuy, las estatuas fueron a parar a las provincias de origen de los constituyentes. Por eso, Fellner espera que también puedan replicarse esas obras.