Por Alejandro Catterberg. El director de Poliarquía justifica el retorno del exjefe de Gabinete a su provincia por la posibilidad de perder el PJ la elección.
1. La situación político electoral de Chaco se presenta compleja para el peronismo chaqueño.
2. La intendenta radical de Resistencia, Aída Ayala, está al frente en la intención de voto en las PASO que se realizarán en mayo próximo y tiene altas chances de ganar la gobernación.
3. La imagen de Jorge Capitanich viene cayendo desde que dejó la gobernación y su labor como jefe de Gabinete nacional tiene más rechazos que adhesiones entre los chaqueños, dato inédito para el gobernador en licencia.
4. A su vez, los posibles candidatos que impulsa Jorge Capitanich, Eduardo Aguilar o su hermano Daniel Capitanich, no tienen una buena performance electoral ni suficiente nivel de conocimiento y son ampliamente superados en las PASO por Oscar Peppo, enfrentado al coquismo.
5. Jorge Capitanich tampoco tiene el camino despejado para la Intendencia de Resistencia. Quien le hace sombra no es “un pelo delgado” como citó esta mañana el ex Jefe de Gabinete, sino uno de los dirigentes de mayor peso del peronismo chaqueño, Gustavo Martínez. Martínez, presidente de la empresa estatal de aguas y candidato en Resistencia en 2011, está al frente en la intención de voto espontánea entre los habitantes de Resistencia y se impondría fácilmente en una PASO ante otros rivales del PJ que no sean Capitanich. En un mano a mano entre ellos, Capitanich lo supera por una ventaja de 5 puntos.
6. Tanto Capitanich como Martínez parecieran tener el camino despejado luego de las PASO, ya que Leandro Zdero –el candidato de la continuidad de Ayala- es muy poco conocido y tiene una mala performance electoral.
7. En resumen, si el peronismo chaqueño no trabaja en unidad y logra consensos y acuerdos internos, puede perder el control de la provincia. Este contexto explicaría la necesidad de regreso del ahora exjefe de Gabinete Nacional a su territorio.
