Diputados representaron un proyecto para penar los pretextos discriminatorios no contemplados en la norma actual como la discapacidad, la orientación sexual, la identidad de género o la edad. La Ciudad sancionó una ley similar.
Un grupo de diputados nacionales del kirchnerismo representó en el Congreso un proyecto de ley para reformar la Ley Antidiscriminación con el objetivo de “promover la igualdad en la diversidad, erradicar prejuicios y estereotipos estigmatizantes, y prevenir, sancionar y eliminar todas las formas de discriminación”.
Se trata de una iniciativa impulsada desde 2004 por organizaciones civiles, con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) a la cabeza, y que incluso había logrado media sanción de la Cámara de Diputados.
El proyecto fue presentado en una conferencia de prensa encabezada por María Rachid, legisladora porteña del Frente para la Victoria y dirigente de la FALGBT, junto a los diputados nacionales que le pondrán su firma: Carlos Heller, Juan Carlos Junio (Nuevo Encuentro), Leonardo Grosso, Remo Carlotto, Adela Segarra y Araceli Ferreyra (FpV).
El propósito es dotar a la ley de 1988 -impulsada por el entonces diputado Fernando De la Rúa- de “mecanismos más efectivos de prevención, reparación y sanción de actos discriminatorios”.
Por ejemplo, se propone penar los pretextos discriminatorios no contemplados en la norma actual como la discapacidad, la orientación sexual, la identidad de género o la edad; la ampliación de la legitimación para accionar contra actos discriminatorios a organismos de derechos humanos; una definición más amplia de “acto discriminatorio” acorde con los avances internacionales y nacionales; la inversión de la carga de la prueba del carácter discriminatorio de los actos denunciados; la presunción y autonomía del daño moral; entre otras cuestiones
Un proyecto de similares características ya había sido tratado en el Congreso en los últimos años: en tres oportunidades obtuvo dictamen de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados y hasta logró media sanción de este cuerpo, pero perdió estado parlamentario en el Senado.
“No es un hecho casual”, aseguró Remo Carlotto, presidente de la Comisión de Derechos Humanos. “Tiene que ver con el sistema federal”, explicó y precisó que en muchas provincias existen códigos de faltas y contravencionales discriminatorios y anticonstitucionales.
Esta nueva presentación en Diputados tiene lugar a pocos días de que la Legislatura porteña sancionara una norma similar, presentada por Rachid.
“La Ley Antidiscriminatoria que proponemos, así como la que aprobamos en la Ciudad de Buenos Aires, es una herramienta fundamental, que permitirá a las personas víctimas de discriminación y a las organizaciones y organismos que defendemos sus derechos, promover acciones contra la discriminación de una manera más simple y efectiva, así como seguir trabajando en la implementación de políticas públicas para terminar con la discriminación y promover la igualdad de oportunidades”, manifestó la legisladora porteña.
La referente de la comunidad homosexual precisó que el proyecto es el último de los cinco objetivos que le queda por cumplir a la FALGBT desde 2004, cuando se constituyó la organización. “Pensamos que era el primero que iba a salir. En muchos países sale después del matrimonio igualitario”, comentó al respecto sobre la paradoja que se da en Argentina, donde el la unión civil entre parejas del mismo sexo existe desde 2010.
“Esta es la mejor (iniciativa de) ley del mundo”, agregó Rachid y resaltó que el proyecto tiene como antecedentes las leyes de más de 17 países y el Plan Nacional contra la Discriminación de 2005 del expresidente Néstor Kirchner.
Por su parte, Carlos Heller señaló: “Las leyes son hitos. Hay que lograr que se cumplan pero no terminan con el problema; son un punto de partida. No se va a terminar con la discriminación”.
Juan Carlos Junio, en tanto, resaló que “desde el poder se empuja para que la discriminación sea normal” pero que “para nosotros es anormal”. A su vez, Araceli Ferreyra puso el énfasis en la discriminación hacia los argentinos del “interior” del país. “Viniendo del interior, la discriminación también nos atraviesa”, afirmó la correntina y culpó a la denominada Generación del Ochenta por robarle a las provincias de la periferia “patrones de lenguaje” como el guaraní.
“Hay una avance político-cultura que no va a tener retroceso”, se mostró optimista Adela Segarra mientras que Leonardo Grosso aseguró que “no hay posibilidad de hacer cumplir una ley sin participación política”. “Los derechos no se exigen, se conquistan”, exclamó.
De la conferencia de prensa también participaron representantes del Frente de Inmigrantes, de la Coalición por un Estado Laico, de la agrupación Liberados y Liberadas, de la Defensoría de la Diversidad Sexual de la Capital Federal, de la Asociación de Travestis, Transexuales y Trans de Argentina (ATTTA), de la Mesa Nacional por la Igualdad, del Movimiento Evita, de La Fulana, de Agricultores Cannabicos Argentinos y de la Sociedad de Socorros Mutuos Unión Caboverdeana, entre otras organizaciones.
