En un encuentro sin sobresaltos y con críticas a la ausencia del candidato oficialista, Mauricio Macri, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá y Nicolás Del Caño cruzaron sus propuestas de gobierno a tres semanas de las elecciones. Bajo un formato acartonado, los postulantes priorizaron sus planteos de campaña, aunque no faltaron algunas chicanas políticas.
Por Carolina Ramos
Con la ausencia de Daniel Scioli como un fantasma que merodeó todo el encuentro, cinco candidatos presidenciales protagonizaron este domingo el primer debate presidencial de la historia argentina, a tres semanas de las elecciones presidenciales que podrían definir al sucesor de Cristina Kirchner.
Críticas al candidato oficialista y numerosas propuestas de campaña se entremezclaron a lo largo de dos horas entre Mauricio Macri (Cambiemos), Sergio Massa (Unidos por una Nueva Alternativa), Margarita Stolbizer (Progresistas), Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) y Nicolás del Caño (Frente de Izquierda).
El evento, organizado por un conjunto de organizaciones denominado Argentina Debate, se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, acondicionada para la ocasión, bajo un formato acartonado que dejó poco lugar a la improvisación y ninguno para los aplausos.
En ese marco, los aspirantes al sillón de Rivadavia priorizaron los discursos propositivos, aunque soltaron algunas chicanas políticas y tuvieron el tiempo suficiente para cuestionar la ausencia de Scioli, quien había puesto como condición la regulación del encuentro por ley.
Los candidatos debatieron sobre cuatro módulos (“Desarrollo económico y humano”, “Educación e infancia”, “Seguridad y derechos humanos” y “Fortalecimiento democrático”), bajo la conducción de los periodistas Marcelo Bonelli, de Canal 13; Luis Novaresio, de América TV, y Rodolfo Barili, de Telefé.
Acompañados por sus equipos, los protagonistas del debate intentaron convencer al electorado con discursos cuidadosamente planificados, mientras todas las encuestas dan como favorito a Scioli, con la posibilidad de un balotaje con Macri o también con Massa.
El evento fue abierto con promesas de “pobreza cero” y “bajar la inflación a un dígito” por parte de Macri, quien apuntó a los “enormes bolsones de pobreza y exclusión que hay en nuestro país”. “La solución estructural es generar empleo”, aseguró el jefe de Gobierno porteño.
La tensión llegó con la advertencia de una avispada Stolbizer al líder del Pro: “El Gobierno nacional contrata sin licitación pública a personas que no tienen antecedentes, y el Gobierno de la Ciudad también lo hace, con (Fernando) Niembro”, disparó.
Macri buscó mostrarse impasible ante la mención del escándalo que involucró al excandidato a diputado por contrataciones con el Gobierno porteño. “No me parece justa tu comparación. En ocho años no tuvimos una denuncia por corrupción; en las últimas semanas, decenas. Es la campaña electoral del kirchnerismo”, se defendió el candidato presidencial.
Tiempo después, Massa –quien aspira a desplazar a Macri y entrar en el balotaje- volvió a la carga con el tema al traer a colación “los negocios con el Estado que hicieron su padre, su primo o su mejor amigco” y lo desafió a “fijar un acuerdo para un ‘Nunca más’ de la corrupción”. Al momento de responder, el referente de Cambiemos no se quedó atrás: “La chicana inicial me hace recordar a tus diez años de kirchnerismo”, le dedicó.
La líder del GEN orientó sus críticas tanto a la gestión kirchnerista en la Nación como a la macrista en la Ciudad. En este sentido, marcó como “diferencia” un “modelo de preservación del medio ambiente” y graficó sus propuestas con “la lógica de las ‘i’”, con palabras como como “incentivo” e “inversión”.
En tanto, Del Caño se mantuvo fiel al discurso de la izquierda y denunció que “preparan un verdadero ajuste al pueblo trabajador”. En este sentido, indicó que “el salario mínimo tiene que ser igual a la canasta familiar” y llamó a “terminar con el impuesto al salario y la precarización laboral”, además de garantizar el 82 por ciento móvil a los jubilados.
“Erradicar la pobreza” generando “pleno empleo” fue la meta que se planteó en el primer módulo Rodríguez Saá, quien instó a “poner en marcha el inmenso aparato productivo que tenemos, en primer lugar el agro, la agricultura y la ganadería”.
Como exdirector ejecutivo de la Anses, Massa defendió ante una pregunta de Macri la aplicación inmediata del 82 por ciento móvil. “El problema más serio es que la plata del sistema jubilatorio está siendo usada para financiar el déficit de (Axel) Kicillof”, lanzó.
El módulo de “Educación e infancia” mostró coincidencias entre los candidatos en la necesidad de lograr una “educación de calidad”, aunque despertó un nuevo cruce de parte de Stolbizer, esta vez contra Massa, a raíz de la reforma educativa planteada por el líder del Frente Renovador.
“¿No es incompatible la propuesta que usted plantea con meter preso a un chico de 14 años que roba un kiosco?”, inquirió la candidata de Progresistas, y su rival de UNA replicó que “no tenemos que tener miedo de decir que un chico de 14 años sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal”, aunque aclaró que su propuesta refiere a “un régimen penal juvenil que hoy no tenemos”.
El más duro fue Del Caño, quien señaló los “salarios docentes de miseria” y los “grandes problemas de infraestructura” en las escuelas. “Tanto Scioli como Macri y Massa hacen blanco en los docentes atacándolos”, denunció el diputado nacional del PTS.
Mientras que Massa planteó la “jornada extendida y escolarización desde los tres años”, Macri apuntó que “en la Ciudad aprendimos que el proceso de aprendizaje arranca a los 45 días”, y se comprometió a “construir tres mil jardines de infantes”.
El módulo referido a “Seguridad y derechos humanos” arrojó un intercambio de visiones opuestas entre Del Caño y Massa, cuando el tigrense se mostró a favor de reglamentar la protesta social, una ley que no pudo avanzar en el Congreso por falta de consenso político.
“El derecho a la manifestación es un derecho que nos permite conquistar otros derechos”, se diferenció el candidato de izquierda, que en cambio alertó que “los narcos están en Nordelta y Massa quiere llevar el Ejército a los barrios pobres”.
Del Caño fue el único que se plantó a favor de la despenalización de la marihuana y del aborto, y también aprovechó para cargar contra Macri por los desalojos en el Parque Indoamericano y el barrio Papa Francisco. “Nuestro gobierno es el que más viviendas construyó en los últimos años”, fue la respuesta del alcalde porteño.
Ninguno de los candidatos adelantó, a pesar del desafió de Novaresio, quién será su ministro de Seguridad y a quiénes propondrían en la Corte Suprema de Justicia en reemplazo del exjuez Eugenio Zaffaroni y del renunciante Carlos Fayt.
Massa defendió su proyecto de reforma del Código Penal e insistió con su plan de aplicar “prisión perpetua para narcotraficantes” y “terminar con la puerta giratoria” para que “10 años de condena sean 10 años de cárcel”, mientras que Rodríguez Saá pidió una “ley para crear un organismo capacitado para combatir el narcotráfico”.
“No hay otro gobierno en la historia que haya tenido tantos funcionarios involucrados con la droga y candidatos financiados con la plata de la droga”, bramó Stolbizer, quien hizo gala de haber sido la impulsora de la investigación sobre Hotesur. “Soy denunciante de una de las causas que hoy más incomoda al poder”, remarcó.
Hacia el final, Del Caño le reprochó a Massa sus reiteradas inasistencias al Congreso mientras exige presentismo para los docentes, pero el exintendente de Tigre desestimó la crítica. “Nosotros nos animamos a plantarnos en la calle contra la designación de fiscales militantes y el Código Penal”, asestó el renovador.
Los cierres libres pusieron fin al primer debate presidencial de la historia argentina, esta vez sí entre aplausos, bajo la promesa de volver a repetir la experiencia en la próxima elección. ¿Habrá ley para ese entonces?
