Tras varias idas y vueltas, finalmente el peronismo se quedó con el cargo de defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, mientras que las restantes fuerzas se repartieron los otros cargos.

Así, tras un acuerdo de Cambiemos con el grupo Esmeralda, el exdiputado del sciolismo Guido Lorenzino será el encargado de conducir el organismo. A su vez, la Adjuntoría General, segundo escalafón de la Defensoría, quedó para el también ex diputado Walter Martello, quien reporta al Frente Renovador.

En tanto, el tercer lugar quedó vacante, dado que corresponde al FpV pero aún no se designó el nombre. Por su parte el actual defensor interino, el radical Marcelo Honores, continuará como Defensor Adjunto de Derechos Humanos; mientras que Eduardo Ancona, del Movimiento Evita, ejercerá la adjuntoría de Derechos Sociales.

Cabe destacar que el cargo de defensor del Pueblo estaba vacante desde febrero de 2015, cuando venció el mandato del también peronista Carlos Bonicatto. Desde entonces la Defensoría quedó a cargo del radical Marcelo Honores, de manera interina.