El Programa de Acompañamiento para el Egreso de Adolescentes y Jóvenes fue votado por unanimidad en la Cámara baja. Se trata de una iniciativa de Ana Carrizo, que pasa ahora al Senado.
La Cámara de Diputados aprobó este miércoles un proyecto de la diputada radical Ana Carla Carrizo, que establece la creación del “Programa de Acompañamiento para el Egreso de Adolescentes y Jóvenes sin Cuidados Parentales”, destinado a personas de entre 13 y 21 años.
La votación fue unánime, por 194 votos afirmativos, sin votos negativos ni abstenciones.
Se trata de un programa de adhesión voluntaria, que se divide en dos tipos de ayuda: por un lado, un acompañamiento personal al joven en distintas áreas -como educación, salud, trabajo y vivienda-, y por otro, una asignación económica mensual.
Al presentar su iniciativa de un modo didáctico, la legisladora se preocupó especialmente por destacar quiénes son los niños “sin cuidados parentales”. Son quienes, dijo, “nos ponen en escena que la biología no garantiza el amor a la descendencia”. Son quienes, agregó, dejan claro que “no todo niño es un hijo; los niños se eligen”.
“Estos jóvenes no fueron elegidos emocionalmente por nadie, pero el Estado no es padre, el Estado cuida, y no reemplaza la emocionalidad”, apuntó, señalando luego que “un niño que ingresa y un joven que egresa es el fracaso del sistema”.
Ana Carrizo detalló que el 49% son niñas, el 51% varones; el 44% tiene entre 13 y 18; el 30% entre 6 y 12, y el 26% entre 0 y 5 años. ¿Todos egresan? El 70% logra irse, volver a vincularse; solo 8% logra adoptabilidad; 7% abandona lo que el Estado le ofrece para ese cuidado.
“Cuando egresan vuelven a revivir la orfandad con la que ingresaron”, apuntó Carrizo, quien dijo que “garantizarles poder elegir una vida es lo que busca este programa”.
Según el proyecto, el acompañamiento personal consiste en la asignación de un referente que tendría por función “acompañar a cada adolescente sin cuidado parental en el fortalecimiento de su autonomía”.
En cuanto a la prestación económica, sería equivalente al 80% de un salario mínimo vital y móvil a partir del momento del egreso de los dispositivos de cuidado formal, y sería percibida por el joven a título personal, sin perjuicio de ser beneficiario de otra asignación.
